Vitaminas (Lectura mínima) Lucas 11:33-36
Menú completo Lucas 11
Los discípulos están pendientes. ¿Cuándo terminará Jesús de orar? Está hablando con su Padre en voz alta. Antes, sus oraciones se hacían en privado (Marcos 1:35). Ahora, aunque ellos no le acompañan, él inicia conversaciones con su Padre celestial incluso cuando ellos están presentes. En cuanto ven que ha terminado viene la petición de ellos: Señor, enséñanos a orar. El ejemplo que ven en él inspira deseos de emularle.
Desde luego, cuando Jesús ora, no es que esté mirando de reojo, a ver si le están observando. Está en plena comunión con su Padre. Él ha dejado claro (Mateo 6:5) la falsedad de practicar nuestra devoción para una audiencia humana. Pero un aspecto importante del discipulado es que estén con él (Marcos 3:14) porque todo lo que hace es un modelo.
Cuando Jesús ora en presencia de sus discípulos está cumpliendo lo que más adelante instruye para toda la iglesia: “Nadie pone en oculto la luz encendida, ni debajo de una vasija, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz” (Lu 11:33). Nuestro testimonio, cuanto más abierto, más se presta a despertar deseos de aprender de nosotros. Nuestra luz se encuentra en nuestras oraciones, en nuestro trato los unos con los otros, y en nuestra prudencia y honradez en el trato con los no-creyentes. Es el primer paso hacia un testimonio verbal. Como dice Pedro, hay que estar preparados cuando nos pregunten sobre la esperanza que tenemos (1 Pedro 3:15).
¿Qué preguntarán los que me observan?
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