Vitaminas (Lectura mínima) Lucas 13:31-35
Menú completo Lucas 13
¿Alguna vez has intentado ayudar a alguien y esa persona no quería tu ayuda? Yo reconozco que cuando alguien rechaza mis consejos después sufro la tentación de no ayudarle más. En esos caso a veces recurrimos al texto que dice, “No echéis vuestras perlas delante de los cerdos.” ¿Qué hace Jesús en estos casos? Dirigiéndose a Jerusalén dice, “¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas pero no quisiste!” (Lucas 13:34). Aunque hubo algunos en Jerusalén que sí resultaron ser fieles seguidores de Jesús, la dirección de la ciudad le rechazó. "A lo suyo vino y los suyos no le recibieron." (Juan 1:12). Parece que la ciudad llega a un momento crítico. Jesús ofrece su vida en sacrificio a pesar de que su pueblo le rechaza.
¨ El sacrificio se sigue ofreciendo a pesar del rechazo
Cuando rechazan nuestra ayuda, no es motivo de volvernos egoístas y decir, “Realmente no lo merecen.” ¿Quién de nosotros es merecedor de lo que Dios ofrece? Según esa regla quedaríamos todos sin oportunidad de salvación.
Sin embargo hay límites. Aunque Jesús sigue ofreciendo su sacrificio, hay algunos que se cierran la puerta a si mismos. Su casa queda desierta (v 35). O en el caso de la higuera a veces hay una prórroga y una segunda oportunidad. Jesús rogaba por su pueblo incluso cuando le rechazaban. Pablo rogaba a Dios también por el pueblo judío rebelde (Romanos 9:1 y 10:1).
¿Qué hago con los que rechazan mi testimonio?
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