lunes, 22 de noviembre de 2010

Tiempo para las cosas importantes

Vitaminas (Lectura mínima)       Lucas 10:38-42
Menú completo                        Lucas 10
    Podemos aprender de las dos, de Marta y de María. La una de pie, correteando por ahí dominando todo detalle. Por la costumbre fija de Jesús, de hospedarse allí, entendemos que él y sus discípulos estaban a gusto en casa de Marta. Se trata de una excelente anfitriona. La otra, haciendo caso omiso de los quehaceres de la casa y del nerviosismo de su hermana, queda absorta por las palabras de Jesús. En el resumen que hace el Maestro es evidente que María ha elegido la mejor parte.También Marta era seguidora de Jesús, haciendo lo que sabía hacer, pendiente de las necesidades de muchas personas.
    ¿Qué podemos aprender de este aparente conflicto entre dos hermanas? Sencillamente que cuando hay conflicto entre las responsabilidades de este mundo y la oportunidad de tener comunión con el Señor, la mejor parte es pasar tiempo con el Señor en presencia de los hermanos.
    Esta decisión no es fácil. Marta se siente presionada, no sólo por el deber, sino también por su amor propio como anfitriona. Ella sabe que Jesús aprovecha los tiempos de la comida para impartir enseñanza y quiere que lo pueda hacer sin interrupción. Luego la gente comentará, ¡Qué bien lleva su casa esta señora! Lo de la casa de Marta ya es una tradición. 
    María, más adelante, va a demostrar esa misma intuición, ungiéndole los pies a Jesús con un valioso perfume (Juan 12:3). Ella sabe cuando es el momento, no sólo para "perder" el tiempo y las tradiciones, sino también "perder" su tesoro. 
    Todos tenemos momentos así. Hay que decidir entre atender a la familia, a la cosecha, al negocio, cosas que dan un rendimiento temporal, o atender a la comunión con Jesús, que produce un efecto eterno.
 ¿Qué es lo que pesa más?

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