viernes, 13 de marzo de 2009

Cristianos ambiciosos

Texto de la semana – Romanos 11:30-36
Menú completo Romanos 15

Una versión de la Biblia dice que Pablo se esfuerza (15:20) en predicar el evangelio no donde Cristo hubiera sido anunciado. Otras versiones, en vez de esforzarse, dicen, mi propósito ha sido, mi ambición ha sido, poniendo todo mi ahínco, hice siempre cuestión de amor propio, he procurado, etc. Ya que cada uno lo dice a su manera, voy a hacerlo a la mía también. Concentré todas mis fuerzas en cumplir con lo que Dios me encomendó.
Creo que Pablo pasó por todas las etapas de los capítulos de esta epístola. Reconoció su pecado, aceptó el perdón de Cristo, tuvo sus luchas personales, llegó a entender cual era su misión en la vida, entregó su cuerpo en sacrificio vivo para hacer la voluntad de Dios. 
Si no sabes cual es tu misión en la vida no puedes concentrar todas tus fuerzas en realizarla. Pero no te preocupes, no es tan difícil saber. Incluso puedes cerrar los ojos y poner el dedo en cualquier sitio en estas páginas de la Biblia y estarás leyendo la voluntad de Dios para ti. Posiblemente el dedo caiga en Romanos 12:3. Ya sabes que tu misión en la vida es no pensar que eres tan listo, sino entender cual es tu don y limitarte a ello. El cursor de mi pantalla cayó en Romanos 15:2, cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. ¡Vaya misión en la vida, ocuparme de los demás! Y sé que Dios me va a pedir cuentas por ello. 
Sabemos también que la voluntad de Dios es que tengamos un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes a una voz glorifiquemos a Dios (Romanos 15:6). Esta palabra esforzarse o  procurar implica dejar atrás todo lo que no contribuya al objetivo. ¡Balones fuera! Empezó el partido, goleemos para Jesús. 
¿Estoy concentrado?

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