viernes, 27 de abril de 2012

El efecto del evangelio


Vitaminas (Lectura mínima)       1 Tesalonicenses 1:1-9
Menú completo                         1 Tesalonicenses 1 y 2

La primera visita de Pablo a Tesalónica fue hace poco. Su estancia allí fue muy limitada debido a la fuerte oposición. Ahora intenta remediar por carta la necesidad de mayor instrucción sobre la vida cristiana.
¿Qué es lo que tiene Pablo cuando va a un lugar nuevo para predicar? No trae subvenciones económicas, tampoco le acompaña gran cantidad de gente. Más bien tiene una sola cosa. Lo mismo que a ti y a mí Dios nos pone algo en nuestras manos y luego nos pide cuentas por ello. ¿Qué era ese “algo” en el caso de Pablo? ¿Y qué es ese “algo” que tenemos?

El dice que lo que se le confió era una buena noticia, el evangelio (2:4). No le servirá de nada si no lo comparte. Y cuando consigue compartirlo, entonces es cuando cobra valor y puede decir como en el 2:1, que su visita no fue en vano.

¿Cómo sabe Pablo que ha tenido éxito? Porque ellos lo imitan (1:6) y seguían compartiendo el evangelio con otros (1:8). Ahora les da Pablo un título (2:19) diciendo “Sois mi corona”. Podríamos aplicar esto a nuestras vidas sabiendo que lo más valioso que tenemos para compartir es también el evangelio. Y también conocemos a alguien que lo necesita.

¿Quién va a ser mi corona?

No hay comentarios:

Publicar un comentario