viernes, 31 de diciembre de 2010

Nos hemos quedado cortos

Texto de la semana        Juan 20:21-23
Menú completo de hoy   Juan 16

    Jesús está preparando a sus discípulos para su ausencia. Ya les advirtió (Juan 14:3) que volverá para llevarlos a un lugar preparado. Mientras tanto su lugar es aquí donde los quieren matar (Juan 16:2). No se trata de una condición pasajera, sino que en el mundo tenéis tribulación (v 33). Los amigos de Jesús están ubicados en medio de sus enemigos.
    En este tiempo hay unas cuantas cosas que son la experiencia "normal" de los seguidores de Jesús.
  • Nuestra vida se centra en el amor los unos hacia los otros (Juan 13:34; Juan 15:12; Juan 15:17)
  • Tenemos la presencia de Jesús mediante el Espíritu Santo en nuestras vidas (Juan 14:16 y 25; Juan 15:26)
  • También es "normal" ganar la enemistad de todos los que no se han comprometido con él, los del "mundo", que está bajo el control del enemigo número 1. Por eso Jesús pide más adelante que seamos guardados del maligno pero no sacados del mundo (Juan 17:15). Aunque haya ocasiones de "visitación", cuando hallamos favor con todo el pueblo (Hechos 2:47), se trata de momentos puntuales y excepcionales.
A lo que vamos: creo que en todo esto nos hemos quedado cortos (si no es así, por favor escribe un comentario aclarando qué es lo que sucede; si este análisis es cierto, comenta qué pasos hay que tomar para corregir)
  • Nuestro amor es más de palabra que de hechos. No amamos como Jesús amó (Juan 15:12). A algunos nos sobran cosas cuando a nuestros hermanos les faltan.
  • En vez del Espíritu Santo nos hemos contaminado con el Espíritu del mundo. 
  • Nos hemos quedado cortos también en conseguir la enemistad del mundo. (Desde luego, esto no hay que procurarlo. Es suficiente que practiquemos el estilo de vida de los Amigos de Jesús.) Probablemente nos hemos hecho demasiado amigos del mundo. Es imposible que seamos enviados como el Padre envió al Hijo, sin resultar un estorbo para los poderes que rigen en el mundo.

    ¿Te has fijado lo fácil que hubiese sido para Jesús establecer su reino mediante la prepotencia? Hasta sus enemigos reconocían su capacidad de convocatoria (Juan 12:19). Podía haber reunido grandes multitudes para volcar la autoridad establecida. Con sus milagros podía haber eliminado cualquier resistencia. Pero tanto él como su precursor Juan Bautista se sometieron a la muerte. Formaba parte de su estrategia. Así venció al mundo (16:33).
(Comentario realizado en La Seu d'Urgell, 31/12/2010)
¿Nos proponemos llegar hasta el final?

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