miércoles, 18 de febrero de 2009

Golpes bajos y éxito elevado

Texto de la semana Hechos 1:8
Menú completo Hechos 7

La iglesia se va estableciendo, aunque la oposición no disminuya. Va funcionando con gran eficacia el sistema de ayuda a necesitados. La gente está aprendiendo a vivir limpiamente y sin mentiras. El pueblo tiene en gran estima a los apóstoles (5:13). Son capaces de corregir los inevitables problemas que surgen en una comunidad grande.
El nuevo recurso de la oposición es el soborno y la traición. Ya les ha funcionado con Judas así que montan un falso juicio contra Esteban. Se encuentran muchos paralelos entre la muerte de Esteban y la muerte de Jesús. También alguna diferencia. Esta vez ya no pasan por Pilato, sino que hacen un proceso acelerado lapidando al primer mártir cristiano. Pero Esteban también perdona a sus asesinos (7:60). 
¿Dije que el método funcionó con Judas? Ningún arma forjada contra el pueblo de Dios prosperará (Isaías 54:17). Jesús resucita y la iglesia se extiende fenomenalmente. Aunque Esteban no resucita, sin embargo la misma dureza de la persecución asegura (Hechos 8:4 y 11:19) que el testimonio de Jesús llegue a los otros lugares que él mandó, Samaria, Judea y mas allá. Un cristiano perseguido también tiene el poder del Espíritu Santo para ser testigo.
Algunos analistas del fenómeno de la ferocidad del fundamentalismo islámico han notado un sentido de fracaso entre sus líderes. Tenían que ser ahora los dueños del mundo y por eso eligen métodos tan salvajes como son las “bombas humanas”. La reacción de los auténticos cristianos será amar como Cristo amó. En vez de celebrar las antiguas “victorias” de “cristianos contra moros”, es el momento de proclamar que las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas (2 Corintios 10:4). ¡Qué pena sería que los seguidores del Príncipe de Paz tuviesen fama de “matamoros”!
¿Pienso que las bombas pueden más que el amor?

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