sábado, 21 de agosto de 2021

Por qué no hay que alarmarse



    En los capítulos anteriores vimos que Dios vigila a su pueblo y toma medidas para que no se desvíe. Hoy, en Números 31-36, al final de este libro, Dios también está mirando al futuro. Establece fronteras y designa ciudades de refugio para que, en caso de una muerte accidental, no se tome venganza contra una persona que no tenía malas intenciones. 

    No sólo con Israel, sino a todas las naciones Dios les asigna un lugar. A partir de un solo hombre hizo él todas las naciones, para que vivan en toda la tierra; y les ha señalado el tiempo y el lugar en que deben vivir, para que busquen a Dios, y quizá, como a tientas, puedan encontrarle, aunque en verdad Dios no está lejos de cada uno de nosotros (Hechos 17:26-27). 

    Israel está rodeada de naciones hermanas, descendientes de Abraham. Imaginemos, si Israel hubiese sido fiel a su Dios a través del tiempo, cómo estas naciones serían atraídas al Dios de Israel, extendiéndose la luz a otras naciones. Muchas personas, como la moabita Rut, elegirían a ese Dios. Yo os he enseñado las leyes y los decretos que el Señor mi Dios me ordenó, para que los pongáis en práctica en el país que vais a ocupar. Cumplidlos y practicadlos, porque de esta manera los pueblos reconocerán que en vosotros hay sabiduría y entendimiento, ya que cuando conozcan estas leyes no podrán menos que decir: ‘¡Qué sabia y entendida es esta gran nación!’ Porque, ¿qué nación hay tan grande que tenga los dioses tan cerca de ella, como tenemos nosotros al Señor nuestro Dios cada vez que lo invocamos? ¿Y qué nación hay tan grande que tenga leyes y decretos tan justos como toda esta enseñanza que yo os presento hoy?  (Deuteronomio 4:5-8).

    Hemos visto los requisitos que Dios ponía para que esas naciones pudiesen incorporarse plenamente en el pueblo de Dios.

    Y en los detalles más pequeños (c 36) Dios no solamente prepara para la armonía en su pueblo, sino también toma en cuenta los posibles problemas que ellos mismos observan.

    Pensamiento para hoy: Podemos DESCANSAR, con la seguridad de que Dios ha pensado en todo. Y en su infinita sabiduría ha tomado las medidas que nos van a beneficiar.

Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman, de quienes él ha llamado de acuerdo con su propósito (Romanos 8:28).

No os aflijáis por nada, sino presentadlo todo a Dios en oración. Pedidle, y también dadle gracias (Filipenses 4:6).  

 

"En nada estéis ansiosos"

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