Menú completo Filemón 1-14
Nunca es Pablo a secas. Casi siempre se presenta como apóstol, a veces como siervo (esclavo) y a veces como miembro de un equipo. Pero con Filemón es Pablo prisionero de Jesucristo, también en Efesios 3:1. ¿Qué sentido tiene esto para Filemón, creyente de buena posición social, y tratándose de su esclavo fugado? Al reparar en esa expresión Filemón puede llevarse un chasco. Pablo ha sido apresado por las autoridades romanas. Al atribuir esa condición a la autoridad de Cristo (prisionero de Jesucristo) está comunicando volúmenes. Jesucristo está por encima de las autoridades romanas. Dios es el que autoriza y desautoriza en toda esfera humana. De modo que Pablo bien puede llegar a la conclusión de que es Cristo mismo quien le tiene allí “privado de libertad”.
Suponiendo que Onésimo el esclavo fugado llega un buen día a la casa que abandonó (hecho delictivo en su tiempo) diciendo a su amo, “Te traigo una carta personal de Pablo”, ¿qué va a hacer Filemón? Cuando se da cuenta del tono de esta carta, y que su esclavo ahora es un hermano en Cristo, puede empezar a sacar conclusiones. Si Pablo es prisionero de Cristo, entonces Onésimo es esclavo de Cristo, y Filemón tiene que tratarle desde esa perspectiva. Además, en la carta que escribe Pablo a su iglesia de Colosas (probablemente al mismo tiempo) va a escuchar que los amos también son esclavos de Dios (Colosenses 4:1).
Pablo acaba de asestar un golpe mortal a la institución de la esclavitud, y sin violencia. Por donde se extiende la fe cristiana todos serán hermanos. A tu hermano no le esclavizas. Han habido enormes e incomprensibles aberraciones con las esclavizaciones realizadas sobre africanos y otros. Los que lo hacían se consideraban cristianos practicantes. Pienso que simplemente cerraban los ojos a la clara verdad de la Palabra de Dios. Pienso que sucesivas generaciones se darán cuenta que nosotros lo hemos hecho también en algunos aspectos de nuestra vida.
¿Necesito siempre muchas palabras para comunicar en profundidad?
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