sábado, 22 de enero de 2011

Una bomba de relojería

Vitaminas (Lectura mínima)       Hechos 17:1-8
Menú completo                         Hechos 17
    El emperador en Roma no se ha dado cuenta. Se ha soltado ahora una fuerza que desde Jerusalén llegará a la capital del imperio y más allá, hasta cubrir todo el planeta. El pueblo que se está formando va a ser imparable. Sin el uso de armas pero con el poder de la oración pidiendo al Padre, “Hágase tu voluntad como en el cielo así también en la tierra” tomarán nación tras nación. Siendo incluso minoría son la sal de la tierra y la luz del mundo.
    Pablo con sus nuevos compañeros Silas y Timoteo siembran el evangelio en Tesalónica, en Berea y en Atenas. Siempre sufren. Siempre hay quién se abra el evangelio. Siempre miran más allá a la siguiente frontera. Se les acusa de “los que trastornan el mundo entero” (v 6). No está mal.
¿En qué forma vas a trastornar el mundo hoy?

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