Posibilidades para hoy

Vitaminas (Lectura mínima)       Hechos 13:42-49

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    ¡Cuántas veces se ha realizado una campaña de evangelización con toda su publicidad y personas preparadas, y la respuesta es casi nula! ¿Qué hace Pablo para que la gente le quiera escuchar? Consigue sin milagros de sanidad (Hechos 13:44) que se junte casi toda la ciudad para oír la Palabra de Dios. Pero hay algo más sorprendente.

    Este capítulo nos narra los maravillosos comienzos de ese equipo de evangelización enviado por el Espíritu Santo desde Antioquía. Vemos la práctica que Pablo va a mantener en todo su ministerio cuando puede: busca una sinagoga de los judíos y allí introduce la enseñanza de Jesús. Nuestro historiador Lucas, en el libro de los Hechos, selecciona relatos que sirven para destacar el poder de Dios en situaciones difíciles. No tenemos que hacer exactamente lo que ellos hacían pero sí entender que tenemos el mismo Espíritu Santo que ellos. Y por lo tanto el mismo poder.

    Lucas entiende que si el evangelio es predicado con poder, si el predicador tiene su vida limpia, si hay unidad en el equipo, entonces se abre la posibilidad de que todas las personas que tienen una disposición espiritual puedan llegar a convertirse a Cristo. Dios sabe quiénes son estas personas. Sabe cuántas son. Tenemos aquí un caso único (v 48) donde todas estas personas juntas responden al evangelio. Además, el movimiento no termina en ellos, sino que se extiende a toda la provincia.

    El por qué no estamos viendo estos resultados, hay que buscarlo en nosotros mismos, no en la “dureza” de las personas. ¿Qué tenían Bernabé y Pablo? ¿Cómo llegaron a celebrar esa reunión de adoración donde todo comenzó? (vss 1-3)

¿Qué daría yo por ver la voluntad de Dios en mi pueblo?