Las personas muy conservadoras tienen la virtud de querer conservar los valores antiguos: honradez, ética de trabajo, cortesía, etc. Pero a veces quieren conservar también costumbres y tradiciones que servían en un momento pero que carecen de valor intrínseco.
Mi gente, cuando llegaron a Canadá de Ucrania, no solamente quisieron retener sus creencias bíblicas, sino también un estilo de vida que les hacía sentirse seguros: formas de vestir, el idioma alemán, que habían llevado de Prusia a Ucrania 200 años antes. Dentro de un país de habla inglesa formaron escuelas con sus propios maestros, todo en alemán. Comíamos borscht y otros platos típicos.
Lo que no hay que perder jamás son los valores eternos, que tenemos aquí en Hebreos 13:1-5.
Esto ilustra las dos clases de conservadurismo: valores bíblicos y valores culturales. Lo que nos ayuda a distinguir y a veces es difícil de aceptar, es lo que leemos en el v 14, No tenemos aquí ciudad permanente. Donde hay que echar raíces es en la Palabra de Dios, y no en los valores culturales de ningún país.
Donde ha habido más lucha ha sido con el versículo 6. Éramos gente prospera, que salían de Ucrania por la revolución bolchevique, que era enemiga, no solamente de la propiedad privada, sino también de la fe cristiana.
***
Me he fijado en otro detalle, que el autor anónimo de este libro lo considera un mensaje de exhortación, o de aliento (o consolación, que en griego es paraklesis), como dice en el v 22. ¿Sabías que hay un mensajero de Dios que se llama hijo de consolación? ¿Será este el autor? Se encuentra en Hechos 4:36, donde los apóstoles le ponen ese apodo, que en el griego es la misma palabra, paraklesis, que es uno de los dones espirituales que se encuentra en Romanos 12.
Actitudes
cristianas
13:1-
No dejéis de amaros unos a otros como hermanos. 2- No os olvidéis de ser
amables con los que lleguen a vuestra casa, pues de esa manera, sin saberlo,
algunos hospedaron ángeles. 3- Acordaos de los presos, como si
también vosotros estuvierais presos con ellos. Pensad en los que han
sido maltratados, ya que también vosotros podéis pasar por lo mismo.
4-
Que todos respeten el matrimonio y mantengan la pureza de sus relaciones
matrimoniales, porque Dios juzgará a los que cometen inmoralidades sexuales y a
los que cometen adulterio.
5-
No améis el dinero. Contentaos con lo que tenéis, porque Dios ha
dicho: “Nunca te dejaré ni te abandonaré.” 6- Así que podemos decir
con confianza:
“El Señor es mi ayuda; no temeré. ¿Qué me puede hacer el hombre?”
7-
Acordaos de quienes os han dirigido y os han anunciado el mensaje de Dios;
meditad en cómo han terminado sus vidas y seguid el ejemplo de su
fe.
8-
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. 9- No os dejéis llevar por
enseñanzas diferentes y extrañas. Es mejor que nuestros corazones se
fortalezcan en el amor de Dios, que en seguir normas sobre alimentos; tales
normas nunca han sido de provecho.
10-
Nosotros tenemos un altar distinto, del cual no tienen derecho a
comer los sacerdotes del antiguo santuario. 11- El sumo sacerdote lleva la
sangre de los animales al santuario, como ofrenda para quitar el pecado, pero
los cuerpos de esos animales se queman fuera del campamento. 12- Así también,
Jesús sufrió la muerte fuera de la ciudad, para consagrar al pueblo por medio
de su propia sangre. 13- Vayamos, pues, con Jesús, fuera del
campamento, y suframos la misma deshonra que él sufrió.
14-
En este mundo no tenemos una ciudad que permanezca para siempre, sino que vamos
en busca de la ciudad eterna. 15- Por eso debemos alabar siempre a
Dios por medio de Jesucristo. Esta alabanza es el sacrificio que debemos
ofrecer. ¡Alabémosle, pues, con nuestros labios!
16-
No os olvidéis de hacer el bien y de compartir con otros lo que tenéis, porque
estos son los sacrificios que agradan a Dios.
17-
Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, porque cuidan sin
descanso de vosotros, sabiendo que tienen que rendir cuentas a Dios. Procurad
hacerles el trabajo agradable y no penoso, pues de lo contrario no sería de
ningún provecho para vosotros. 18- Orad por nosotros, que estamos seguros de
tener la conciencia tranquila, ya que queremos portarnos bien en todo. 19- Pido
especialmente vuestras oraciones para que Dios me permita volver a estar pronto
con vosotros.
Conclusión
20-
Que el Dios de paz, que resucitó de la muerte a nuestro Señor Jesús, el gran
Pastor de las ovejas, por la sangre que confirmó su pacto eterno
21- os haga perfectos y buenos en todo, para que cumpláis su voluntad; y
que por medio de Jesucristo haga de nosotros lo que le agrade. ¡Gloria para
siempre a Cristo! Amén.
22-
Hermanos, os ruego que recibáis con paciencia estas pocas palabras de aliento
que os he escrito. 23- Sabed que nuestro hermano Timoteo está ya en
libertad. Si llega pronto, le llevaré conmigo cuando vaya a veros. 24- Saludad
a todos vuestros dirigentes y a todos los que pertenecen al pueblo santo. Los
de Italia os mandan saludos. 25- Que Dios derrame su gracia sobre todos
vosotros.
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