Aquí vemos un ejemplo de cómo Pablo gasta y se desgasta como ya dijo antes (1 Corintios 12:15 - Y de buena gana gastaré todo lo que tengo, y aun a mí mismo me gastaré en bien vuestro, aunque parece que cuanto más os quiero menos me queréis vosotros.) con el fin de no dejar ningún esfuerzo por probar en su intento de dejar esta iglesia en condiciones.
Este tercer viaje no es para establecer una iglesia en Corinto, que es a lo que Pablo se dedica. Es para rescatar lo que puede de una comunidad que en un comienzo se entregó a Cristo al escuchar el mensaje del Evangelio, y que ahora tambalea. Aunque es cierto que gran parte se han arrepentido de sus desvíos (2 Corintios 7) el peligro sigue allí, debido en gran parte a la tendencia de este grupo de creyentes de perder la cabeza con los maestros de moda y también de recaer en la inmoralidad de su vida anterior.
Al planear este viaje Pablo evidentemente quiere atar cabos. Habla de testigos y de advertencias anteriores. Le tiene que doler que estas personas, que podrían ya estar en pleno vigor cristiano, necesiten tanta atención que él quisiera dedicar a su trabajo principal de pionero en llevar el Evangelio donde no es conocido.
Hemos visto el contraste entre la fuerza y la debilidad. Aquí Pablo resume esa enseñanza con el ejemplo de Jesús (vss 4 y 5), que no practicaba la prepotencia, sino que se dejó crucificar. Eso fue la puerta por la que se ganó el título y el derecho de ser el Señor del Universo. Pablo va por ese camino. Podemos caminar por ahí también
Advertencias
y saludos finales
13:1- Esta será la
tercera vez que vaya a visitaros. Todo tendrá que decidirse por el testimonio
de dos o tres testigos. 2- A los que antes pecaron, y a todos los demás, ahora
que estoy lejos les repito la advertencia que les hice personalmente en mi
segunda visita: si voy de nuevo a visitaros, no andaré con rodeos, 3- ya que
estáis buscando una prueba de que Cristo habla por mí. Y Cristo no es débil en
su trato con vosotros, sino que muestra su fuerza entre vosotros.
4- Es cierto que fue
crucificado como débil, pero vive por el poder de Dios. De la misma manera,
nosotros participamos de su debilidad; pero unidos a él, y por el poder de
Dios, viviremos para serviros. 5- Examinaos a vosotros mismos y ved si estáis
firmes en la fe. Poneos a prueba. ¿No os dais cuenta de que Jesucristo está en
vosotros? ¡A menos que hayáis fracasado en la prueba!
6- Confío, sin embargo,
en que reconoceréis que nosotros no hemos fracasado. 7- Y oramos a Dios para
que no hagáis nada malo; no para demostrar que nosotros hemos pasado la prueba,
sino simplemente para que hagáis el bien, aunque parezca que nosotros hemos
fracasado. 8- Porque no podemos hacer nada en contra de la verdad, sino
solamente a favor de la verdad. 9- Por eso nos alegramos cuando somos débiles,
con tal de que vosotros seáis fuertes; y seguiremos orando para que lleguéis a
ser perfectos.
10- Os escribo esta carta
antes de ir a veros, para que cuando vaya no tenga que ser tan duro en el uso
de mi autoridad, la cual no me dio el Señor para destruiros sino para
edificaros espiritualmente.
DESPEDIDA
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