lunes, 13 de abril de 2020

Las soluciones de Dios (2 Corintios 12)

¿Has oído alguna vez decir a algún político en campaña, Yo soy el único que puede arreglar eso? Eso es un ejemplo de lo que las diferentes versiones de la Biblia dicen, gloriarse, que significa presumir. Es lo contrario de la humildad. Es el colmo del orgullo, la soberbia. Es uno de los temas principales de las 2 cartas a los corintios. La palabra gloriarse aparece unas 25 veces, mucho más que en todas las demás epístolas juntas de Pablo, como puedes ver en esta búsqueda en E-sword:
Romanos
5 resultados
1 Corintios
5 resultados
2 Corintios
21 resultados
Gálatas
2 resultados
Efesios
1 resultado
Filipenses
1 resultado
2 Tesalonicenses
1 resultado

La primera aparición viene al principio de 1 Corintios (1:31), Si alguno quiere gloriarse , que se gloríe en el Señor.

Estamos viendo en nuestros días, con esta pandemia, lo fácil que es que todos los presupuestos vayan a la basura. Dios tiene fama de humillar a los jactanciosos. Nabucodonosor dijo: “¡Mirad qué grande es Babilonia! Yo, con mi gran poder, la edifiqué como capital de mi reino, para dejar muestra de mi grandeza” (Daniel 4:30). Dios dijo, “Oye esto, rey Nabucodonosor. Tu reino ya no te pertenece. Vas a ser separado de la gente y vivirás entre los animales. Durante siete años comerás hierba, como los bueyes, hasta que reconozcas que el Dios altísimo tiene poder sobre todas las naciones de la tierra, y que es él quien pone como gobernante a quien él quiere.” En aquel mismo instante se cumplió la sentencia anunciada, y Nabucodonosor fue separado de la gente. Comía hierba, como los bueyes, y el rocío empapaba su cuerpo; hasta el pelo y las uñas le crecieron como plumas y garras de águila.

Eso fue la solución de Dios para la presunción de Nabucodonosor. Se puede leer lo bien que funcionó a continuación en Daniel.

Es simplemente humano exaltarse, y también diabólico. La caída de Satanás vino por su orgullo.

Si Dios te ama, habrá puesto alguna debilidad en tu vida, para ayudarte a no presumir. Es fascinante lo que aprendió Pablo. Se le da un sufrimiento físico que no puede quitar, como regalo de Dios para que no se le suban los humos. Su conclusión personal,  Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que venga a residir en mí el poder de Cristo.


Visiones y revelaciones

12:1- Nada gana uno con gloriarse de sí mismo. Sin embargo, tengo que hablar de las visiónes y revelaciones que he recibido del Señor. 2- Conozco a un hombre que cree en Cristo y que hace catorce años fue llevado al tercer cielo. No sé si fue en cuerpo o en espíritu; eso Dios lo sabe. 3- Pero sé que ese hombre (si e cuerpo no en espíritu no lo sé, solo Dios lo sabe) 4- fue llevado al paraíso y oyó palabras tan secretas que a nadie se le permite pronunciar. 5- Yo podría gloriarme de alguien así, pero no de mí mismo, a no ser de mis debilidades.

6- Aunque si quisiera gloriarme no sería ninguna locura, porque estaría diciendo la verdad; pero no lo hago, para que nadie piense que soy más de lo que aparento o de lo que digo. 7- Por eso, para que yo no me creyese más de lo que soy por haber recibido revelaciones tan maravillosas, se me ha dado un sufrimiento, una especie de espina clavada en el cuerpo, que como un instrumento de Satanás ha venido a maltratarme. 8- Tres veces le he pedido al Señor que me quite este sufrimiento, 9- pero el Señor me ha dicho: “Mi amor es todo lo que necesitas, pues mi poder se muestra plenamente en los débiles.” Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que venga a residir en mí el poder de Cristo.

10- Y me alegro también de las debilidades, los insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades que sufro por Cristo, porque cuanto más débil me siento, tanto más fuerte soy.

Preocupación de Pablo por la iglesia de Corinto

11- Me he portado como un loco, pero vosotros me habéis obligado a hacerlo. Porque vosotros sois quienes debíais hablar bien de mí, pues en nada valgo menos que esos superapóstoles a quienes seguís. ¡Y eso que no valgo nada! 12- Con las señales, milagros y maravillas que con tanta paciencia he realizado entre vosotros, ha quedado probado que soy un verdadero apóstol. 13- Perdonadme si os ofendo, pero solo en una cosa habéis sido menos que las demás iglesias: ¡en que no fui una carga para vosotros!

Pablo proyecta una próxima visita a Corinto

14- Ya estoy preparado para haceros mi tercera visita; y tampoco ahora os seré una carga, porque no busco vuestro dinero, sino a vosotros; pues son los padres quienes deben reunir dinero para los hijos y no los hijos para los padres. 15- Y de buena gana gastaré todo lo que tengo, y aun a mí mismo me gastaré en bien vuestro, aunque parece que cuanto más os quiero menos me queréis vosotros. 16- No, yo no fui una carga para vosotros.

Sin embargo, algunos dicen que os hice caer astutamente en una trampa. 17- ¿Acaso os engañé por medio de alguna de las personas que os he enviado? 18- A Tito le pedí que fuera a visitaros, y con él mandé al otro hermano. ¿Acaso os engañó Tito? ¿No es verdad que los dos nos hemos portado de la misma manera y con el mismo espíritu? 19- Tal vez penséis que nos estamos disculpando ante vosotros, pero no es así. Al contrario, estamos hablando en presencia de Dios y como quienes pertenecen a Cristo. Y todo esto, queridos hermanos, es para vuestra edificación espiritual.

20- Porque temo que a mi llegada no os encontraré como quisiera, y tampoco vosotros me encontraréis como quisierais. Temo que haya discordias, envidias, enojos, egoísmos, chismes, críticas, orgullos y desórdenes. 21- Temo también que en mi próxima visita Dios me haga avergonzar de vosotros, que me haga llorar por muchos de vosotros que desde tiempo atrás vienen pecando y que no han dejado la impureza, la inmoralidad sexual y los vicios que practicaban.

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