sábado, 28 de marzo de 2020

La persona que tú necesitas (1 Corintios 12)


¿Alguna vez has conocido un creyente que te produce incomodidad? ¿Y has dicho, mejor evito esa persona? ¿O has conocido un grupo, y piensas, esos no son de mi estilo, mejor no vuelvo a tomar contacto con ellos? Esas son las personas que Pablo menciona en este capítulo, en el v 21- El ojo no puede decirle a la mano: “No te necesito”, ni la cabeza puede decir a los pies: “No os necesito.” 

O a lo mejor te ha pasado al revés, te dan a entender que les incomodas. A lo mejor un grupo étnico de creyentes no se abren a personas de otras etnias. O, incluso nos separamos porque entendemos los textos sobre la segunda venida de Jesús de forma diferente.

La cuestión es que si son creyentes. Si han puesto su fe en Jesús. Pablo enseña aquí que somos un solo cuerpo. Él no escribe una carta al grupo que dicen, "Yo soy de Pablo" (1 Corintios 1:12), sino a todos los creyentes en Corinto. Ellos son el cuerpo de Cristo y tienen una sola cabeza, que es Cristo. Si tienen fallos, o si tienen un estilo de música diferente, no es motivo de dejar de amarles (como veremos en el capítulo siguiente). Podemos buscar al Señor juntos y enseñarnos unos a otros y practicar la paciencia (Colosenses 3:13). Eso es lo que convencerá al mundo que somos seguidores de Jesús (Juan 13:35).


1. De las partes del cuerpo que Pablo nombra - ojo, mano, oreja, pies, nariz, si tuvieses que quedar sin una de ellas ¿cuál sería? 
2. ¿Tienes algún prejuicio contra alguna etnia o contra algún grupo económico? 
3. ¿Piensas que pueden tener dones que tú no tienes?


VI. LOS DONES ESPIRITUALES 


12:1- Hermanos, no quiero que estéis en ignorancia respecto de los dones espirituales. 2- Sabéis que cuando todavía no erais creyentes os dejabais arrastrar ciegamente tras los ídolos mudos. 3- Por eso quiero ahora que sepáis que nadie puede decir: “¡Maldito sea Jesús!”, si está hablando por el poder del Espíritu de Dios. Como tampoco puede decir nadie: “¡Jesús es Señor!”, si no está hablando por el poder del Espíritu Santo. 

Unidad y diversidad de los dones

 4- Los dones que recibimos son diversos, pero el que los concede es un mismo Espíritu. 5- Hay diversas maneras de servir, pero todas lo son por encargo de un mismo Señor. 6- Y hay diversos poderes para actuar, pero es un mismo Dios el que lo realiza todo en todos. 7- Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos.

8- Por medio del Espíritu, a unos les concede que hablen con sabiduría, y a otros, por el mismo Espíritu, les concede que hablen con profundidad de conocimiento. 9- Unos reciben fe por medio del mismo Espíritu y otros reciben el don de sanar enfermos. 10- Unos reciben poder para hacer milagros y otros tienen el don de profecía. A unos, Dios les da la capacidad de distinguir entre los espíritus falsos y el Espíritu verdadero, y a otros les da la capacidad de hablar en lenguas; y todavía a otros les da la de interpretar lo que en esas lenguas se haya dicho. 11- Pero todas estas cosas las hace el mismo y único Espíritu, dando a cada cual lo que a él mejor le parece. 

Todos pertenecemos a un solo cuerpo

12- El cuerpo humano, aunque está formado por muchas partes, es un solo cuerpo. Así también Cristo. 13- De la misma manera, todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres, fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu; y a todos se nos dio a beber de ese mismo Espíritu.

14- Un cuerpo no se compone de una sola parte, sino de muchas. 15- Si el pie dijera: “Como no soy mano, no soy del cuerpo”, no por eso dejaría de ser del cuerpo. 16- Y si dijese la oreja: “Como no soy ojo, no soy del cuerpo”, no por eso dejaría de ser del cuerpo. 17- Si todo el cuerpo fuera ojo no podríamos oir, y si todo el cuerpo fuera oído no podríamos oler. 18- Pero Dios ha puesto cada parte del cuerpo en el sitio que mejor le pareció. 19- Si todo fuera una sola parte, no habría cuerpo; 20- pero lo cierto es que las partes son muchas, aunque el cuerpo solo es uno.

21- El ojo no puede decirle a la mano: “No te necesito”, ni la cabeza puede decir a los pies: “No os necesito.” 22- Al contrario, las partes del cuerpo que parecen más débiles son las que más se necesitan, 23- y las partes del cuerpo que menos estimamos son las que vestimos con más cuidado. Y las que consideramos menos presentables son las que tratamos con mayor recato, 24- del cual no tienen necesidad las más presentables. Y es que Dios dispuso el cuerpo de tal manera que las partes menos estimadas reciban mayor honor, 25- para que no haya desunión en el cuerpo, sino que cada parte del cuerpo se preocupe de las otras.

26- Si una parte del cuerpo sufre, todas las demás sufren también; y si una parte recibe atención especial, todas las demás comparten su alegría. 27- Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno de vosotros es una parte de él, con su propia función.

28- Dios ha querido que en la iglesia haya, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego personas que hacen milagros y personas con poder para sanar enfermos, o que ayudan, o dirigen, o hablan en lenguas. 29- No todos son apóstoles ni todos son profetas. No todos son maestros ni todos hacen milagros 30- ni todos tienen poder para sanar enfermos. Tampoco hablan todos en lenguas ni todos saben interpretarlas. 31- Vosotros debéis ambicionar los mejores dones.

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