Estos consejos de Pablo respecto a casados y solteros, y también para esclavos están basados en su convicción de que el tiempo que nos queda es breve (v 29). Los momentos de crisis pueden proveer de oportunidades para que los seguidores de Jesús actúen con gran decisión y el reino de Dios avance con rapidez. Esto suele ir acompañado de grandes sacrificios también.
Como hemos visto en el libro de Hechos, Pablo había empezado con enorme ímpetu. En su primer viaje leemos que él pudo ver la conversión de todos los que estaban ordenados a vida eterna (Hechos 13:48) y en Romanos 15 reconoce que no le queda más territorio por evangelizar en la zona donde viene trabajando y por eso quiere ir a España.
Pienso que él ha visto que el gran peligro para el avance de su mensaje se encuentra en la misma iglesia. Hemos visto como se pelean, se acomodan, se ensimisman y pierden su dinamismo. Por eso, en sus cartas a los corintios trata con tanto detalle y energía los errores que han surgido.
III. EL MATRIMONIO CRISTIANO
Consejos generales a los casados
7:1- Paso ahora a contestar las preguntas
que me hicisteis en vuestra carta. Bueno sería que el hombre no se casara, 2-
pero, a causa de la inmoralidad sexual, cada uno debe tener su propia esposa
y cada mujer su propio esposo. 3- Y tanto el esposo como la esposa deben
cumplir con los deberes propios del matrimonio.
4- Ni la esposa es dueña de su propio
cuerpo, puesto que pertenece a su esposo, ni el esposo es dueño de su propio
cuerpo, puesto que pertenece a su esposa. 5- Por tanto, no os neguéis el uno al
otro, a no ser que os pongáis de acuerdo en no juntaros por algún tiempo para
dedicaros a la oración. Después debéis volver a juntaros, no sea que, por no
poder dominaros, Satanás os haga pecar.
6- Todo esto lo digo más como concesión que
como mandamiento. 7- Personalmente quisiera que todos fueran como yo, pero
Dios ha concedido a cada uno diferentes dones, a unos de una clase y a otros
de otra.
Casos especiales
8- A los solteros y a las viudas les digo que es bueno quedarse sin
casar, como yo. 9- Pero si no pueden controlar su naturaleza, que se casen,
pues más vale casarse que consumirse de pasión.
10- A los casados les doy este mandato, que
no es mío sino del Señor: que la esposa no se separe de su esposo. 11- Ahora
bien, en caso de que la esposa se separe de su esposo, que no se vuelva a
casar o que se reconcilie con él. De la misma manera, el esposo no debe
divorciarse de su esposa.
12- En cuanto a los demás, os digo (como
cosa mía y no del Señor): si la mujer de algún hermano no es creyente, pero
se muestra de acuerdo en seguir viviendo con él, que el hermano no se
divorcie de ella. 13- Y si una mujer creyente está casada con un hombre no
creyente que se muestra de acuerdo en seguir viviendo con ella, que no se
divorcie de él. 14- Pues el esposo no creyente es santificado por su unión
con una mujer creyente, y la mujer no creyente es santificada por su unión
con un esposo creyente. De otra manera, vuestros hijos serían impuros; pero,
de hecho, ya forman parte del pueblo santo.
15- Ahora bien, si el esposo o la esposa no
creyentes insisten en separarse, que lo hagan. En estos casos, el hermano o
la hermana quedan en libertad, porque Dios os ha llamado a vivir en paz. 16-
Pues ¿cómo sabes tú, esposa, si acaso puedes salvar a tu esposo? ¿O cómo
sabes tú, esposo, si acaso puedes salvar a tu esposa? 17- Como quiera que
sea, cada uno debe vivir según los dones que el Señor le ha concedido y tal
como era cuando Dios lo llamó. Esta es la norma que doy en todas las
iglesias.
18- Si Dios llama a uno que ha sido
circuncidado, no trate este de disimular su circuncisión; y si llama a uno
que no ha sido circuncidado, no debe circuncidarse. 19- Porque lo importante
no es estar o no estar circuncidado, sino obedecer los mandatos de Dios. 20-
Quédese cada uno en la condición en que se encontraba cuando Dios lo llamó.
21- Si cuando fuiste llamado eras esclavo,
no te preocupes, aunque si tienes oportunidad de conseguir tu libertad, debes
aprovecharla. 22- Pues el que era esclavo cuando fue llamado a creer en el
Señor, ahora es un hombre libre al servicio del Señor; y, de la misma manera,
el que era hombre libre cuando fue llamado, ahora es esclavo de Cristo. 23-
Dios os ha comprado a gran precio; no permitáis que otros hombres os hagan
esclavos. 24- Así pues, hermanos, que cada cual permanezca delante de Dios en
la condición en que se encontraba cuando fue llamado.
25- Respecto a los solteros no tengo ningún
mandato especial del Señor; pero doy mi opinión, como uno que es digno de
confianza por la misericordia del Señor. 26- A mí me parece que el hombre
debe quedarse tal como está, por causa de los tiempos difíciles en que
vivimos. 27- Si tienes mujer, no la abandones; pero si no tienes, no la
busques. 28- Si te casas no cometes pecado, y si una joven se casa tampoco
comete pecado. Sin embargo, los que se casan van a tener problemas que yo
querría evitarles.
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⛾ En la sociedad actual ¿qué diferencia hay entre la moralidad cristiana y la de la calle?
🕮 En vez de tratar en esta breve lectura todos los temas de este capítulo ¿Qué consejos aquí encuentras útil?
¿Con qué palabras describirías la actitud de Pablo hacia esta iglesia?
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La actitud cristiana
29- Hermanos, lo que quiero decir es que nos
queda poco tiempo. Por tanto, los casados deben vivir como si no lo
estuvieran; 30- los que están de luto, como si estuvieran de fiesta, y los
que están de fiesta, como si estuvieran de luto; los que compran deben vivir
como si nada fuera suyo, 31- y los que sacan provecho de este mundo, como si
no lo estuvieran sacando, porque este mundo que vemos ha de terminar.
32- Yo quisiera libraros de preocupaciones.
El soltero se preocupa por las cosas del Señor y por agradarle, 33- pero el
casado se preocupa por las cosas del mundo y por agradar a su esposa, 34- de
modo que está dividido. Igualmente, la mujer que ya no está casada y la que
nunca se casó se preocupan por las cosas del Señor, por ser santas tanto en
el cuerpo como en el espíritu; pero la casada se preocupa por las cosas del
mundo y por agradar a su esposo.
35- No os digo esto para poneros
restricciones, sino para vuestro bien y para que viváis de una manera digna,
sirviendo al Señor con toda dedicación. 36- Si alguien piensa que debe
casarse con su prometida, porque ya está en edad de hacerlo, y si piensa que
eso es lo más indicado, haga lo que crea conveniente. Cásense, pues no es
pecado. 37- Y si otro, sin sentirse obligado, con total libertad para actuar
como quiera, toma en su corazón la decisión firme de no casarse, hará bien.
38- Así que, si se casa con su prometida, hace bien; pero si no se casa, hace
mejor.
39- La mujer casada está sujeta a su esposo
mientras él vive; pero si el esposo muere, ella queda en libertad de casarse
con quien quiera, con tal de que sea un creyente. 40- Aunque pienso que será
más feliz si no vuelve a casarse. Esta es mi opinión, y creo que yo también
tengo el Espíritu de Dios.
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