Un día, conduciendo por una rotonda, nos sorprendió un conductor que vino de un lado y nos golpeó. Parecía colocado. Afirmaba su inocencia y el seguro requería que compareciésemos ante un juez. Me llamó la atención la capacidad del juez para conseguir con unas sencillas preguntas que el joven reconociese su culpabilidad. Es bueno cuando los jueces conocen no solamente la ley, sino también a las personas. Si nos hacen tan buen servicio ¿Por qué no le parece bien a Pablo pleitear delante de los jueces del gobierno?
Me gustaría que leyeses los primeros versículos antes de que yo dé mi explicación...
- En primero lugar Pablo cuenta con que esto no tenga que salir de la iglesia porque se trata de pleitos entre hermanos. Tiene que haber personas en la iglesia capaces de guiar a una solución como una especie de juez de paz particular, en vez de un juez pagano.
- Pablo se preocupa por el testimonio de la iglesia. Las cosas de casa no tienen que exponerse ante los incrédulos.
- Este primer punto, puede que sea el más difícil de tragar: parece que hay más bendición en ceder, permitir que se aprovechen de nosotros. ¿qué harías tú? ¿Estás de acuerdo con Dios?
Creo que a estas alturas ya estamos viendo la condición de la iglesia de Corinto. Y eso que no hemos llegado a la mitad todavía. ¡Que extraño ¿no? que Pablo recalca que nos corresponde llegar a presidir el juicio de ángeles y que nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo! ¡Lo que le cuesta a Dios conseguir que cumplamos con nuestras posibilidades!
Pleitos ante jueces paganos
6:1- Cuando alguno de
vosotros tiene un pleito contra otro, ¿por qué va a pedir justicia a jueces
paganos, en vez de pedírsela a los del pueblo santo? 2- ¿Acaso no sabéis que el pueblo
santo ha de juzgar al mundo? Y si habéis de juzgar al mundo, ¿cómo no sois
capaces de juzgar estos asuntos tan pequeños? 3- ¿No sabéis que incluso a los ángeles
habremos de juzgar? ¡Pues con mayor razón los asuntos de esta vida! 4- Así
que, si tenéis pleitos por estos asuntos, ¿por qué escogéis como jueces a los que nada
significan para la iglesia?
5- Para que os dé vergüenza lo digo: ¿Es que entre vosotros no hay ni uno siquiera con
suficiente capacidad para juzgar un asunto entre sus hermanos? 6- ¡No solo
pleitean unos hermanos con otros, sino que llevan sus pleitos ante jueces
paganos! 7- Ya el simple hecho de tener pleitos entre vosotros es un grave
defecto. ¿No sería mejor que soportarais la injusticia? ¿No sería mejor que os dejarais
robar?
8- ¡Pero vosotros, por el contrario, cometéis injusticias y robáis a
vuestros propios hermanos! (9-10) ¿No sabéis que los malvados no tendrán parte en el reino de
Dios? No os dejéis engañar, pues en el reino de Dios no tendrán parte los que
cometen inmoralidades sexuales, ni los idólatras, ni los que cometen
adulterio, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los
avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los tramposos.
11- Esto erais antes algunos de vosotros; pero ahora ya habéis recibido
el baño de la purificación, y habéis sido santificados y hechos justos en el nombre
del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.
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El uso correcto de la libertad
12- Se dice: “Yo soy libre de hacer lo que quiera.” Es cierto, pero no
todo conviene. Sí, yo soy libre de hacer lo que quiera, pero no debo dejar
que nada me domine. 13- También se dice: “La comida es para el estómago y el
estómago para la comida.” Es cierto, aunque Dios va a terminar con ambas
cosas. En cambio, no es verdad que el cuerpo sea para la inmoralidad sexual,
sino que el cuerpo es para el Señor y el Señor es para el cuerpo.
14- Y así como Dios resucitó al Señor, también nos resucitará a nosotros
por su poder. 15- ¿Acaso no sabéis que vuestro cuerpo es parte del cuerpo de
Cristo? ¿Y habré de tomar yo esta parte del cuerpo de Cristo para hacerla
parte del cuerpo de una prostituta? ¡De ninguna manera! 16- ¿No sabéis que
cuando un hombre se une con una prostituta, los dos se hacen un solo cuerpo?
Porque la Escritura dice: “Los dos serán como una sola persona.”
17- Pero cuando alguien se une al Señor, se hace espiritualmente uno con
él. 18- Huid, pues, de la inmoralidad sexual. Ningún otro pecado afecta al
cuerpo de la persona que lo comete, pero el que comete inmoralidades sexuales
peca contra su propio cuerpo.
19- ¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que Dios
os ha dado, y que el Espíritu Santo vive en vosotros? No sois vosotros
vuestros propios dueños, 20- porque Dios os ha comprado por un precio. Por
eso debéis honrar a Dios en el cuerpo.
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