La pelea con Goliat fue comparativamente fácil cuando tomamos en cuenta su lucha ahora con Saúl. A Goliat pudo matar pero con Saúl veremos como David mantiene su juramento de lealtad.
En el capítulo 19 David se escapa y Dios interviene incapacitando a su perseguidor. Aparece en escena aquí también Mical, cuya vida entera resultó ser un desastre, como veremos más adelante. Ella se había enamorado de David (18:20) y Saúl, que jugaba con todo el mundo también quiso aprovechar a su propia hija para poner trampa para David.
En el capítulo 20 se forma un "complot" entre David and Jonathan, uno de los personajes más nobles de la Biblia. Jamás fue desleal a David y a la vez se mantuvo al lado de su padre hasta el trágico final. ¿Y quién quiere matar a quién ahora (20:33)?
¿Has visto los 2 niveles de la batalla? Por un lado Saúl haciendo todo lo humanamente posible por deshacerse de David, un hombre fiel. Por otro lado la mano de Dios, que no elimina el peligro, pero que cuida a David en todo paso. Muchos de los salmos son la expresión de David cuando se encuentra en dificultades. En esta ocasión (1 Samuel 21) podemos ver al auténtico David en el Salmo 34, que se titula, Salmo de David cuando se fingió loco delante de Abimelec, quien lo echó, y él se fue.
Está buscando refugio entre los filisteos donde Saúl no le perseguirá. Y allí encuentra un nuevo peligro. Es natural que no se fíen de él. A David le resulta natural derramar su corazón delante de Dios en cada emergencia. En este salmo llega a decir, Busqué al SEÑOR, y El me respondió, y me libró de todos mis temores (Salmo 34:4). ¿Cómo le libró el Señor? Esta vez no es por su forma de pelear, sin por su forma de volverse inofensivo. Haciendo el loco. De todas formas este rey Aquis (Abimelec) volverá a aparecer en la vida de David.
Toma nota también de Doeg (1 Samuel 21:7). Reaparecerá también.
lunes, 8 de julio de 2019
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