sábado, 23 de febrero de 2019

El propósito de Juan

23-febrero

Juan 19:31-42
31  Los judíos entonces, como era el día de preparación para la Pascua, a fin de que los cuerpos no se quedaran en la cruz el día de reposo (porque ese día de reposo era muy solemne), pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran.
32  Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero, y también las del otro que había sido crucificado con Jesús;
33  pero cuando llegaron a Jesús, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas;
34  pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua.
35  Y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice la verdad, para que vosotros también creáis.
36  Porque esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: NO SERA QUEBRADO HUESO SUYO.
37  Y también otra Escritura dice: MIRARAN AL QUE TRASPASARON.
38  Después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió permiso a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato concedió el permiso. Entonces él vino, y se llevó el cuerpo de Jesús.
39  Y Nicodemo, el que antes había venido a Jesús de noche, vino también, trayendo una mezcla de mirra y áloe como de cien libras.
40  Entonces tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en telas de lino con las especias aromáticas, como es costumbre sepultar entre los judíos.
41  En el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual todavía no habían sepultado a nadie.
42  Por tanto, por causa del día de la preparación de los judíos, como el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.

Mateo  27:62-66
62  Al día siguiente, que es el día después de la preparación, se reunieron ante Pilato los principales sacerdotes y los fariseos,
63  y le dijeron: Señor, nos acordamos que cuando aquel engañador aún vivía, dijo: "Después de tres días resucitaré."
64  Por eso, ordena que el sepulcro quede asegurado hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos, se lo roben, y digan al pueblo: "Ha resucitado de entre los muertos"; y el último engaño será peor que el primero.
65  Pilato les dijo: Una guardia tenéis; id, aseguradla como vosotros sabéis.
66  Y fueron y aseguraron el sepulcro; y además de poner la guardia, sellaron la piedra. 


El Evangelio de Juan tiene un claro propósito, llevarnos a la fe. Hacia el final del libro dice, muchas otras señales hizo también Jesús en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro; pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que al creer, tengáis vida en su nombre (Juan 20:31-31). Juan es el único que cuenta el primer milagro, lo del vino, comentando después, Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en El
(Juan 2:11). En el caso de Lázaro, en vez de curarle vivo, lo resucitó de la muerte, explicando a los discípulos que eso era para que creyeran. A las multitudes dijo, aunque a mí no me creáis, creed las obras (Juan 10:38)

Vas a robustecer tu fe buscando en el Evangelio de Juan, las veces que él enfatiza este propósito.

¡Qué casualidad! En el mismo lugar que eligieron los romanos para la crucifixión hay una tumba propiedad de José. Por fin, después de tanto tiempo de creer en Jesús en secreto, se le presenta la oportunidad de hacer algo por él. 

Y Nicodemo, quizá un poco ingenuo, había intentado defender a Jesús en el Concilio, pero le mandaron callar. Ahora él y José pueden mostrar su fe.

Son 2 entre 70, un 3%, muy lejos de ser mayoría. A lo suyo vino y los suyos no le recibieron. Pero... le quedaba ese 3%.

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