miércoles, 20 de febrero de 2019

Cosas de Familia


20-febrero

Juan 19:18-22
18  donde le crucificaron, y con El a otros dos, uno a cada lado y Jesús en medio.
19  Pilato también escribió un letrero y lo puso sobre la cruz. Y estaba escrito: JESUS EL NAZARENO, EL REY DE LOS JUDÍOS.
20  Entonces muchos judíos leyeron esta inscripción, porque el lugar donde Jesús fue crucificado quedaba cerca de la ciudad; y estaba escrita en hebreo, en latín y en griego.
21  Por eso los principales sacerdotes de los judíos decían a Pilato: No escribas, "el Rey de los judíos"; sino que El dijo: "Yo soy Rey de los judíos."
22  Pilato respondió: Lo que he escrito, he escrito.

Lucas 23:39-43
39  Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!
40  Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena?
41  Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste nada malo ha hecho.
42  Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
43  Entonces El le dijo: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso.

Juan 19:23-27
23  Entonces los soldados, cuando crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos e hicieron cuatro partes, una parte para cada soldado. Y tomaron también la túnica; y la túnica era sin costura, tejida en una sola pieza.
24  Por tanto, se dijeron unos a otros: No la rompamos; sino echemos suertes sobre ella, para ver de quién será; para que se cumpliera la Escritura: REPARTIERON ENTRE SI MIS VESTIDOS, Y SOBRE MI ROPA ECHARON SUERTES.
25  Por eso los soldados hicieron esto. Y junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, la mujer de Cleofas, y María Magdalena.
26  Y cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien El amaba que estaba allí cerca, dijo a su madre: ¡Mujer, he ahí tu hijo!
27  Después dijo al discípulo: ¡He ahí tu madre! Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa .


Imagina, sabiendo que estás muriendo, aprovechas el tiempo que queda, para insultar a otro moribundo (Lucas 23:39). Pero lo más interesante de este incidente es lo que viene a continuación. Partamos de un pensamiento que encontramos en Hebreos 2:9-11, que nos dice que Jesús paso por la muerte por en bien de todos. De esta manera pudo llevar a muchos hijos a la gloria. Por eso no se avergüenza de llamarles hermanos. ¿Quién es el primer hermano que Jesús lleva a la gloria? Es el otro ladrón, que se arrepiente y pide que Jesús se acuerde de él (Lucas 23:42-23). ¡Rápida contestación! Jesús y su nuevo hermano muriendo juntos. Son cosas de familia.

Parece que Jesús tenía herederos, a los que dejó sus vestidos, es decir, los soldados. La túnica es algo especial. Tienen suficientes luces estos hombres, que le han hecho sufrir al Creador, para reconocer el valor de esta prenda. Cosas de familia. Además, viene por escrito, en el Antiguo Testamento.

Jesús enseñaba (Mateo 12) que los lazos espirituales prevalecen sobre los lazos de sangre. Su madre le ha seguido en sus viajes y en su ministerio. También el discípulo, que le mostraba un excepcional cariño. A su madre, María, lo dejó al cuidado de Juan. Todo queda en familia.

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