domingo, 11 de noviembre de 2018

Dudas acerca de Jesús

11-nov (Siguiendo con la lectura cronológica del Nuevo Testamento)
50. Juan, desde la cárcel, la envía dos de sus discípulos para preguntarle 
Mat 11:2-19
2  Y al oír Juan en la cárcel de las obras de Cristo, mandó por medio de sus discípulos
3  a decirle: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperaremos a otro?
4  Y respondiendo Jesús, les dijo: Id y contad a Juan lo que oís y veis:
5  los CIEGOS RECIBEN LA VISTA y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los POBRES SE LES ANUNCIA EL EVANGELIO.
6  Y bienaventurado es el que no se escandaliza de mí.
7  Mientras ellos se marchaban, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
8  Mas, ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Mirad, los que usan ropas finas están en los palacios de los reyes.
9  Pero, ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y uno que es más que un profeta.
10  Este es de quien está escrito: "HE AQUI, YO ENVIO MI MENSAJERO DELANTE DE TU FAZ, QUIEN PREPARARA TU CAMINO DELANTE DE TI."
11  En verdad os digo que entre los nacidos de mujer no se ha levantado nadie mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.
12  Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza.
13  Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.
14  Y si queréis aceptarlo, él es Elías, el que había de venir.
15  El que tiene oídos, que oiga.
16  Pero, ¿con qué compararé a esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, que dan voces a los otros,
17  y dicen: "Os tocamos la flauta, y no bailasteis; entonamos endechas, y no os lamentasteis."
18  Porque vino Juan que no comía ni bebía, y dicen: "Tiene un demonio."
19  Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: "Mirad, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores." Pero la sabiduría se justifica por sus hechos.

Luc 7:18-35
18  Entonces los discípulos de Juan le informaron de todas estas cosas.
19  Y llamando Juan a dos de sus discípulos, los envió al Señor, diciendo: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperamos a otro?
20  Cuando los hombres llegaron a El, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: "¿Eres tú el que ha de venir, o esperamos a otro?"
21  En esa misma hora curó a muchos de enfermedades y aflicciones, y malos espíritus, y a muchos ciegos les dio la vista.
22  Y respondiendo El, les dijo: Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: los CIEGOS RECIBEN LA VISTA, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los POBRES SE LES ANUNCIA EL EVANGELIO.
23  Y bienaventurado es el que no se escandaliza de mí.
24  Cuando los mensajeros de Juan se fueron, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
25  Mas, ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Mirad, los que visten con esplendor y viven en deleites están en los palacios de los reyes.
26  Pero, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y uno que es más que un profeta.
27  Este es aquel de quien está escrito: "HE AQUI, YO ENVIO MI MENSAJERO DELANTE DE TU FAZ, QUIEN PREPARARA TU CAMINO DELANTE DE TI."
28  Os digo que entre los nacidos de mujer, no hay nadie mayor que Juan; sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.
29  Cuando todo el pueblo y los recaudadores de impuestos le oyeron, reconocieron la justicia de Dios, siendo bautizados con el bautismo de Juan.
30  Pero los fariseos y los intérpretes de la ley rechazaron los propósitos de Dios para con ellos, al no ser bautizados por Juan.
31  ¿A qué, entonces, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes?
32  Son semejantes a los muchachos que se sientan en la plaza y se llaman unos a otros, y dicen: "Os tocamos la flauta, y no bailasteis; entonamos endechas, y no llorasteis."
33  Porque ha venido Juan el Bautista, que no come pan, ni bebe vino, y vosotros decís: "Tiene un demonio."
34  Ha venido el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: "Mirad, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores."
35  Pero la sabiduría es justificada por todos sus hijos.

Ya has leído este texto de Mateo y Lucas ¿no? A ver si te acuerdas de la pregunta de los discípulos de Juan Bautista y de la respuesta de Jesús. El pobre Juan está en la cárcel por denunciar que el rey Herodes le había quitado la mujer a su hermano. Sabemos que la familia de los Herodes, aunque no eran judíos de origen, habían adoptado la religión judía y el padre del Herodes actual había realizado una enorme inversión en la construcción de un nuevo templo.
De modo que Herodes va incluido en el pueblo del Mesías (recuerda que su padre quiso matar al niño Jesús) y debe escuchar al precursor Juan que está preparando el camino. Lo escucha y lo encarcela y sin embargo vuelve a escucharlo en la cárcel. 
El pobre Juan ya queda privado de escuchar al Mesías que él anunció. Pero manda a sus seguidores para asegurarse de que Jesús es realmente el esperado Rey de Israel. ¿Y qué contesta Jesús? Le recuerda los milagros y el mensaje. Ésta es la forma en que se puede reconocer al Mesías.
Ahora pasamos a nuestro tiempo. ¿En qué forma se puede reconocer que somos el pueblo de Jesús? Él mismo lo aclaró justo antes de morir: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos para los otros". (Juan 13:35).

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