jueves, 16 de junio de 2011

Se acabó

Vitaminas               Apocalipsis 10:5-7
Menú completo      Apocalipsis 10
    Hay una cosa que nos va a ayudar en la comprensión del plan de Dios: saber que existe un solo plan. Todos los profetas vienen incrementando nuestra comprensión de lo que Dios tiene pensado para la raza humana. Vimos en el c 6 como los que han sido muertos por causa del evangelio claman por justicia. La habrá. Vimos en el c 9 cómo Dios utiliza todos los medios para acorralar a la humanidad con el fin de que abandonen su rebeldía. También hemos visto como protege a los suyos en medio de la crisis. Cuando mires hoy el telediario comprende que ninguna tragedia sucedió por azar. Dios está trabajando con la humanidad rebelde como el herrero trabaja con el hierro duro.
    Para comprender el Apocalipsis hay que conectarla con toda la literatura profética de la Biblia. La sangre de Abel, asesinado por su hermano, reclama justicia (Hebreos 11:4). Juan aquí conecta con profetas como Ezequiel, que también tuvo que comerse un libro. Hay algunas cosas que a Juan se le prohíbe comunicarnos. Sólo sabemos que son 7 truenos. No te preocupes. Bastante tenemos con las cosas que sí podemos leer.
    El ángel que se presenta aquí es uno de los más impresionantes que hemos visto. Rostro como el sol, envuelto en una nube, pisando mar y tierra, voz como león. ¿Y qué es su mensaje? ¡Prepárate! Vas a escuchar palabras lapidarias. Nos dice este ángel que queda por tocar la última de las 7 trompetas. Cuando suene, entramos en el último escenario. Dios ahora va a pasar la escoba de forma definitiva. Lo que vamos a ver es la contestación de todas las oraciones sin contestar, desde la voz de Abel, que habla mediante su sangre. ¡Se acabó el tiempo!  El misterio de Dios se consuma.
¿Mi vida va orientada hacia ese momento?

Bienaventurado el que lee y los que oyen y guardan. ¿Has leído el c 10? Podemos guardar la certeza de que Dios está llevando a cabo su plan, y alabarle por ello.

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