miércoles, 15 de junio de 2011

El orden de las cosas

Vitaminas                 Apocalipsis 8:1-5
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    El séptimo sello desemboca en 7 trompetas. Convocan desastres necesarios para llevar al mundo a su clímax final. Una vez Dios limpió el mundo mediante el agua para aportar un nuevo comienzo. Ahora está limpiando mediante el fuego. Cada cataclismo nos acerca al momento cuando reinará Jesucristo sobre un universo purificado. Todas estas cosas tienen su calendario. Cuanto antes suceden, menos tiempo de angustia. Hay ciertas cosas en el calendario de Dios que dependen de su pueblo. Por ejemplo, Israel tuvo que elegir entre pasar 2 años en el desierto o 40. Más adelante, debido a otra desobediencia fueron desterrados durante 70 años. El plan de Dios se va llevando a cabo, lo único, que a veces lo aplazamos mediante nuestra rebeldía. Todo lo que estamos leyendo aquí es resumido por Pedro con las palabras, “Pero los cielos y la tierra que existen ahora están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.” (2 Pedro 3:7). Luego dice que el Señor no retarda su promesa, sino que es paciente para con nosotros.
    Tú y yo participamos con Dios. En el Apocalipsis no sólo figuran criaturas celestiales, sino que los seres terrenales somos los que con nuestra oración ponemos incienso en los incensarios (c 5). Luego se añade mucho más (8:3) y se enciende el incienso con fuego del altar. Después suceden grandes cosas en la tierra. ¿Cuál es el orden de las cosas? El ángel del altar añade su incienso después que hayan llegado las oraciones de los santos.
¿He hecho mi depósito hoy para el ángel del incienso?

Bienaventurados los que guardan las palabras de este libro (Apocalipsis 1). En el capítulo 8 queda obvio lo que hay que guardar: es lo que dice Pablo en Efesios 6, orando en todo tiempo por todos los creyentes. Esto forma una parte integral en el plan de traer la justicia total.

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