Aperitivo Efesios 4:16-22
Menú completo Efesios 4
Dicen que Julio César, instruido por su madre, acometió la tarea de seducir a las esposas de los senadores, con el fin de que dejaran de acusarle de homosexual. Esto nos da una idea del clima moral que había en el imperio romano en tiempos de Jesús y de Pablo. Éfeso era una de las principales ciudades del imperio. Los que han conocido el perdón de pecados tienen una nueva vocación (Efesios 4:1). La iglesia es el reflejo más exacto en la tierra de cómo es el cielo. Aquí ya leemos una rápida sucesión de mandamientos, aclarando cómo ha de presentarse el cuerpo de Cristo ante el mundo. Todo va resumido bajo la descripción, Despojaos del viejo hombre (4:25). Esto se va a notar especialmente en nuestra habla, desechando la mentira (v 25) y ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca. Parece que a veces hacemos las cosas al revés. Tratamos de distinguirnos lo menos posible de la forma de hablar de la sociedad, porque no nos hemos despojado del viejo hombre.
Para conseguir esta formación en la iglesia, Dios ha instituido un grupo especial. Son apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros (v 11). Me acuerdo de una conversación con un evangelista en Alemania, que acababa de descubrir la verdad del v 12. Su trabajo como evangelista consistía más bien en perfeccionar a otros creyentes para que pudiesen evangelizar. Me parece que una parte muy pequeña de este ministerio se hace desde el púlpito. Si quieres aprender a ser apóstol, acompaña a Pablo en uno de sus viajes, u ofrece tu servicio al apóstol encarcelado.
Estoy imaginando un coche de lujo que funciona como una seda. Es la iglesia de Efesios 4:16.
Cuando veo las perfecciones entre los cristianos ¿soy capaz de mantener el ideal que Pablo presenta aquí?
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