Aperitivo Efesios 2:11-16
Menú completo Efesios 2
Muchos de nosotros conocemos de Efesios 2 los versículos 8-10, que nos confortan con la afirmación de que somos salvos por gracia. Pero Efesios 2 tiene, además de estos 3 versículos, 18 más, todas ellas muy importantes para conocer la voluntad de Dios. Existe otra voluntad (v 3), opuesta a la de Dios. Existen enemistades y un camino de paz. Hay un príncipe que es enemigo de Dios. Hay vida y hay muerte (v 1). Hay ira y hay misericordia.
Encuentro un solo mandamiento en este capítulo, Acordaos (v 11). El resto del capítulo es una descripción de lo que éramos en otro tiempo (vss 2, 3, 11 y 13) y lo que somos ahora. Israel, cuando vivía la prosperidad, tenía la tendencia de olvidar cómo era su existencia anterior. Hay repetidas advertencias de que no olviden, como Deuteronomio 5:15. Tengo un amigo que no quiere que la gente le conozca como ex-toxicómano. Está bien su deseo de ser una persona “normal”, pero espero que nunca deje de dar gracias a Dios por el gran rescate que ha vivido y que su vida refleje esa gratitud.
Efesios 2 no sólo recuenta la grandeza de la salvación individual que hemos experimentado, sino que nos orienta hacia el nuevo templo (v 21). ¿Te das cuenta de que esta epístola hace énfasis en el hecho de ser un solo cuerpo (v 16) y un templo? Va a quedar todo encabezado por Cristo. Su cuerpo visible es la Iglesia, que no tiene nada que ver con una estructura de mármol, como en tiempos de Israel, sino que el templo en el que se puede ver a Dios está compuesta de piedras humanas (1 Pedro 2:5). Si los dos pueblos, judíos y gentiles, son un solo cuerpo, ¡cuanto más españoles y extranjeros, payos y gitanos, unidos en Cristo!
¿He tomado tiempo para comprender bien Efesios 2?
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