sábado, 6 de noviembre de 2010

Ambiciones legítimas

Vitaminas (Lectura mínima) Marcos 10:35-45
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    Santiago (Jacobo) y Juan no quieren perder el tiempo. Así que acuden directamente a Jesús para asegurar un lugar destacado en el reino que él está formando. Es curioso que lo hacen justamente después de escuchar (10:34) lo que Jesús va a sufrir. Como si esa advertencia no les hubiese hecho efecto.
    Aunque Jesús contesta que ellos no saben lo que piden, en mi lectura de este relato no veo que a él le desagrade su ambición. El Padre y el hijo, por encima de todo, están para que pidamos. Los que se enojan son los 10 restantes, que piensan, “¿Quiénes son estos que quieren colarse por delante de nosotros?” La respuesta de Jesús incluye estas palabras, “El que quiera hacerse grande” y a continuación da la fórmula para llegar a ser grande. Jesús mismo vino para servir. Le corresponde por tanto el sitio más alto (Ver Filipenses 2:7-9). Cuando estás lavándole los pies a un familiar, sacando la basura, callando ante un ataque, Jesús quiere que sepas que estás aprovechando al máximo el tiempo.

    Todos los días escuchamos en la TV acusaciones de que éstos o aquéllos están haciendo política. Es decir, que en vez de hacer lo que va a beneficiar a los demás está buscando beneficio propio engañando a los demás con el fin de subir peldaños. Hay peldaños sólidos. Son los del servicio.

¿A quién puedo servir hoy?

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