sábado, 16 de mayo de 2020

El ambiente continuo de la Iglesia (1 Timoteo 4)


¿Por qué trabajamos y sufrimos? Puedes ver la respuesta en el v 10. Cuentan de 2 hombres que fueron condenados a 10 años de trabajos forzados en las minas. Justo antes de empezar, uno de ellos recibió la noticia de que su mujer e hijos habían muerto. El otro también recibió una noticia: su familia estaba bien. El primero entró en depresión, se enfermó y murió. El otro, con la esperanza de ver otra vez a sus seres queridos, aguantaba cada día hasta el final. 

En sus grandes expediciones oceánicas Thor Heyerdahl cuenta que cuando parecía que no lo iba a conseguir, lo que le mantenía vivo no era la fama que iba a ganar, ni siquiera el llegar vivo, sino la esperanza de ver otra vez a su familia. 

Esta esperanza es mencionada por Pablo varias veces, por ejemplo, Gálatas 6:9  Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos. En los hijos de Dios se les enciende la luz que enfoca una eternidad con Dios, cuando todo habrá merecido la pena. 2 Timoteo 2:12 - si perseveramos, también reinaremos con El; si le negamos, El también nos negará.

Timoteo tiene que combatir enseñanzas diabólicas que dicen que en vez de hacer el bien, hay que practicar cosas inútiles. Buscan el mérito en cierto régimen de comida, en el celibato (vs 3), como si esto fuera la voluntad de Dios. Lo mismo que algunos quieren llenar nuestras vidas con vana palabrería, comos hemos visto, éstos quieren desviarnos mediante una serie de reglamentos que nos harán sentir superiores. En el tiempo en que vivimos hay que llevar una vida normal pero sin egoísmos, pensando en cómo ayudar a los demás.

¿Cómo va a mantener Timoteo el rumbo en una lucha tan feroz? Tiene que seguir alimentándose (v 6) de la Palabra mientras evita las palabrerías. Tiene que estar anclado (v 14) en lo que sabe que Dios ha hecho en él. Y también para mantener el rumbo tiene que estar cumpliendo con su misión, pase lo que pase. Que recuerde que Dios le ha dado dones para realizar la labor y que su juventud no es un impedimento. Tiene que seguir enseñando (v 6) y proclamando la Palabra (v 13).

Así conseguirá, poco a poco que los creyentes anclen su barca en la eternidad con Dios, lo cual les dará esa esperanza que nos mantiene en las tempestades más violentas.



Las falsas doctrinas

4:1- Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos se apartarán de la fe para seguir a espíritus engañadores y enseñanzas que vienen de los demonios. 2- Harán caso a gente hipócrita y mentirosa, cuya conciencia está marcada con el hierro de las malas acciones. 3- Esa gente prohíbe casarse y comer ciertos alimentos que Dios ha creado para que, dándole gracias, los coman los creyentes y quienes conocen la verdad. 4- Pues todo lo que Dios ha creado es bueno, y nada debe ser rechazado si lo comemos dando gracias a Dios, 5- porque la palabra de Dios y la oración lo hacen puro.

Un buen siervo de Jesucristo

6- Si enseñas estas cosas a los hermanos y te alimentas con las palabras de la fe y la buena enseñanza que has seguido, serás un buen servidor de Cristo Jesús. 7- Pero no hagas caso de cuentos mundanos y tontos. Ejercítate en la devoción a Dios, 8- pues aunque el ejercicio del cuerpo sirva para algo, la devoción a Dios es útil para todo; ella nos trae provecho para esta vida y también para la vida futura. 9- Esto es muy cierto y todos deben creerlo.

10- Por eso mismo trabajamos y luchamos, porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el salvador de todos y especialmente de los que creen. 11- Estas cosas tienes que mandar y enseñar. 12- Evita que te desprecien por ser joven; más bien debes ser un ejemplo para los creyentes en tu modo de hablar y de portarte, y en amor, fe y pureza de vida.

13- Mientras llego, dedícate a leer en público las Escrituras, a animar a los hermanos y a instruirlos. 14- No descuides los dones que Dios te concedió cuando, por inspiración suya, los ancianos de la iglesia te impusieron las manos. 15- Pon toda tu atención en estas cosas, para que todos puedan ver cómo adelantas. 16- Ten cuidado de ti mismo y de lo que enseñas a otros, y sigue firme en todo. Si lo haces así, te salvarás tú y salvarás también a los que te escuchen.

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