07-abr
Leí una conversación entre unos pastores de iglesias sobre casos de "disciplina" que tuvieron que practicar con miembros de sus iglesias que habían caído en alguno de los caminos de desobediencia que vemos aquí: inmoralidad, avaricia, idolatría, estafadores, etc. Uno de estos pastores comentó que no todos los que habían sido apartados de la comunión volvieron luego arrepentidos. Pero destacó un caso donde los responsables de la iglesia hicieron lo que dice aquí, entregar a esa persona a Satanás para la destrucción de la carne.
En la iglesia todos estamos interconectados por sinapsis invisibles. Dios demostró ya en Jerusalén lo serio que es una simple desobediencia, como fue el caso de Ananías y Safira: la única ejecución en la iglesia por parte de Dios que yo conozco. (Aunque Pablo toma nota más adelante en esta epístola - 11:30 - que han habido unas cuantas).
Esta iglesia se ha vuelto arrogante (v 2), han arropado al protagonista de esa acción escandalosa. Al hacer eso no le han ayudado. Están impidiendo que Satanás realice lo que suele hacer, que es llevar a las almas a la desesperación como hizo con el mismo Judas después de la traición.
Tan seria es esta situación que Pablo anuncia una especie de "teletransporte" invisible (vss 3 y 4). Los demás se tienen que reunir físicamente, como recetó Jesús (Mateo 18:17).
Y ¿cómo fue el resultado? Aunque algunos ven en las palabras de Pablo en 2 Corintios 2 una referencia a otro caso distinto, muchos comentaristas serios entienden que se trata de la resolución de éste. Se consiguió el objetivo, que ha sido el arrepentimiento del pecador.
5:1- En efecto, se oye que entre vosotros hay
inmoralidad, y una inmoralidad tal como no existe ni siquiera entre los
gentiles, al extremo de que alguno tiene la mujer de su padre. 2- Y os habéis vuelto arrogantes en lugar de
haberos entristecido, para que el que de entre vosotros ha cometido esta acción
fuera expulsado de en medio de vosotros.
3-
Pues yo, por mi parte, aunque ausente en cuerpo pero presente en
espíritu, como si estuviera presente, ya he juzgado al que cometió tal acción. 4- En el
nombre de nuestro Señor Jesús, cuando vosotros estéis reunidos, y yo con
vosotros en espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús, 5- entregad a ese tal a Satanás para la
destrucción de su carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor
Jesús. 6- Vuestra jactancia no es buena. ¿No sabéis que
un poco de levadura fermenta toda la masa
? 7- Limpiad la levadura vieja para que seáis masa
nueva, así como lo sois, sin levadura.
Porque aun Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado. 8- Por tanto, celebremos la fiesta no con la
levadura vieja, ni con la levadura de malicia y maldad, sino con panes sin
levadura de sinceridad y de verdad. 9- En mi carta
os escribí que no anduvierais en compañía de personas inmorales; 10- no me refería a
la gente inmoral de este mundo, o a los avaros y estafadores, o a los
idólatras, porque entonces tendríais que salir del mundo. 11- Sino que en efecto os escribí que no
anduvierais en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona
inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador; con ése, ni
siquiera comáis. 12- Pues ¿por qué he de
juzgar yo a los de afuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro de la iglesia ?
13-
Pero Dios juzga a los que están fuera. EXPULSAD DE ENTRE VOSOTROS AL
MALVADO.
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