13-abr
Algunos conocemos este capítulo más bien por el texto, Haced esto en memoria de mí. Deberíamos también conocerlo por el v. 1 y preguntarnos si podemos decir lo mismo que Pablo. ¿Tenemos confianza para invitarles a nuestros familiares y amigos a que nos consideren modelo de caminar en los pasos de Jesús? ¿Tenemos un plan para llegar a tener esa confianza?
11:1- Sed imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo.
2-
Os alabo porque en todo os acordáis de mí y guardáis las tradiciones con
firmeza, tal como yo os las entregué. 3- Pero quiero
que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es
el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.
4-
Todo hombre que cubre su cabeza mientras ora o profetiza, deshonra su
cabeza. 5- Pero toda mujer que tiene la cabeza
descubierta mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza; porque se hace una
con la que está rapada. 6- Porque si
la mujer no se cubre la cabeza, que
también se corte el cabello; pero si es
deshonroso para la mujer cortarse el cabello,
o raparse, que se cubra. 7- Pues el
hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre. 8- Porque el
hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre; 9- pues en verdad el hombre no fue creado a
causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. 10- Por tanto, la mujer debe tener un símbolo de autoridad sobre la cabeza, por
causa de los ángeles. 11- Sin
embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre
independiente de la mujer. 12- Porque así
como la mujer procede del hombre, también el hombre nace
de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios. 13- Juzgad vosotros mismos: ¿es propio que la
mujer ore a Dios con la cabeza
descubierta? 14- ¿No os enseña la misma naturaleza que si el
hombre tiene el cabello largo le es deshonra,
15- pero que si la mujer tiene el cabello largo le es una gloria? Pues a
ella el cabello le es dado por velo. 16- Pero si
alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la tienen las iglesias de Dios. 17- Pero al daros estas instrucciones, no os
alabo, porque no os congregáis para lo bueno, sino para lo malo. 18- Pues, en primer lugar, oigo que cuando os
reunís como iglesia hay divisiones entre vosotros; y en parte lo creo. 19- Porque es necesario que entre vosotros haya
bandos, a fin de que se manifiesten entre vosotros los que son aprobados. 20- Por tanto, cuando os reunís, esto ya no es comer la cena del Señor, 21- porque al comer, cada uno toma primero su
propia cena; y uno pasa hambre y otro se embriaga. 22- ¿Qué? ¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O
menospreciáis la iglesia de Dios y avergonzáis a los que nada tienen? ¿Qué os
diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabaré.
23-
Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor
Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,
24-
y después de dar gracias, lo
partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros;
haced esto en memoria de mí. 25- De la
misma manera tomó también la copa
después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el
nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de
mí. 26- Porque todas las veces que comáis este pan y
bebáis esta copa, la muerte del Señor
proclamáis hasta que El venga. 27- De manera
que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del
cuerpo y de la sangre del Señor. 28- Por tanto,
examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa. 29- Porque el que come y bebe sin discernir
correctamente el cuerpo del Señor, come
y bebe juicio para sí. 30- Por esta
razón hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen. 31- Pero si nos juzgáramos a nosotros mismos, no
seríamos juzgados. 32- Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina para que no seamos condenados
con el mundo. 33- Así que, hermanos míos, cuando os reunáis
para comer, esperaos unos a otros. 34- Si alguno
tiene hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Los demás
asuntos los arreglaré cuando vaya. Algunos conocemos este capítulo más bien por el texto, Haced esto en memoria de mí. Deberíamos también conocerlo por el v. 1 y preguntarnos si podemos decir lo mismo que Pablo. ¿Tenemos confianza para invitarles a nuestros familiares y amigos a que nos consideren modelo de caminar en los pasos de Jesús? ¿Tenemos un plan para llegar a tener esa confianza?
Recuerda que no hay que entenderlo todo, sino ir meditando en la Palabra para que el entendimiento vaya en aumento, y sobre todo ir practicando lo que el Espíritu de Dios nos ayuda a entender.
¿Tienes un librito de apuntes donde escribir las cosas que el Espíritu Santo te va dando a entender? Para mí lo más útil es el ordenador o el móvil, y siempre mantener copias de seguridad.
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