Los que llegan

Vitaminas                          Apocalipsis 15:2-4

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    De lo que trata este libro es la victoria. Cada una de las 7 iglesias recibe una promesa especial para vencedores. Vimos como la bestia vence a los santos (13:7). Pero ¡sorpresa! (15:2) Vemos a los que han alcanzado la victoria. La bestia no ha ganado. Vencerá el Cordero (17:14). El vencedor heredará todas las cosas (21:7). ¿Y qué hace aquí Moisés? El cántico celestial es un reflejo de lo que se cantó al Señor cuando Israel fue librado de la esclavitud en Egipto. Después de la victoria lo que corresponde hacer es cantar. ¿Hay algún momento en que la victoria no corresponde a Cristo? Cualquier momento es bueno para cantar. Recuerdo haber leído de mártires cristianos que fueron cantando a su muerte y el gran impacto que tuvo en sus verdugos. Pablo y Silas cantaron en la cárcel con los pies en el doloroso cepo romano.

    ¿Te acuerdas de la forma de ganar? Apocalipsis 12:11.

• Vencieron mediante la sangre del Cordero. La sangre de Cristo nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7). Cuando estamos limpios el diablo no tiene acceso a nuestras vidas.
• Vencieron mediante la palabra de su testimonio. Hay momentos cuando parece que lo prudente es callar nuestro testimonio acerca de Cristo, pero la victoria está en testificar.
• Vencieron porque no amaron sus vidas hasta la muerte. Como los amigos de Daniel en Babilonia que mantuvieron limpio su testimonio y fueron rescatados del fuego.

    Éstos son principios válidos en cualquier época. No se ofrece una victoria a los cristianos mediante la fuerza militar.

    Y qué método utiliza el enemigo? ¡El engaño! Engañó a Eva (Génesis 3), engaña a todo el mundo (Apocalipsis 12:9).

¿Dónde tengo que extraerme del engaño?

¿Qué vamos a guardar de este breve capítulo? Vamos a cantar a Dios por su poder. Si no puedes cantar el cántico de Moisés, puedes inventarte uno.