Motivo de esperanza

Aperitivo                         1 Tesalonicenses 4:11-18

Menú completo               1 Tesalonicenses 4:11-5:13

     

    Viendo los resultados de una guerra, una cristiana comentó a un amigo, “Estoy empezando a sospechar que nuestro Dios no sea tan bueno como nos habían enseñado.” El fallo que ella cometía es común a muchas personas. Juzgan a Dios por lo que ven a su alrededor. Hemos visto que un tema principal en los profetas del Antiguo Testamento es “El Día del Señor”, por ejemplo, en Isaías 2:12 y Malaquías 4:5, pasando por 8 ó 10 profetas en total. Después de ese día nadie dirá, ¿Cómo puede permitir Dios tantas injusticias? Va a ser el día de saldar todas las cuentas.

    “El día del Señor” es central en la enseñanza de Pablo. Cristo volverá a la tierra, no al pesebre de Belén, sino al trono que su Padre le preparó. Vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón (1 Tes 5:4). Ese día es nuestro norte. ¿En algún momento nos encontramos desorientados? Pensando en aquel día nos damos cuenta de la necesidad de vigilar y ser sobrios (5:6). ¿Tenemos necesidad de levantar la moral? Alentaos los unos a los otros con estas palabras (4:18). ¿La sociedad nos trata de manera injusta? Habrá un día de retribución (2 Tes 1:8).

    El conocimiento acerca de ese día nos da tranquilidad (1 Tes 4:11). Aunque estemos pendientes de que Dios arregle todas las cosas, eso no nos empuja a ningún comportamiento extremo. Los de afuera (v 12) verán en los creyentes gente honrada que trabaja bien. Aquí Pablo simplemente está repitiendo lo que ya les enseñó.

    ¿Te has fijado dónde se piensa encontrar Pablo cuando el Señor regrese? – los que hayamos quedado (4:17). En su primera epístola ve la posibilidad de preparar la venida del Señor en vida. Años más tarde en su última epístola (2 Timoteo 4:6 y 7) reconoce que va a tener el privilegio de sacrificar su vida por causa de su fe.

2000 años después ¿cómo vemos la 2ª venida?