miércoles, 2 de marzo de 2011

Un cuerpo al revés

Vitaminas                           1 Cor 12:21-26
Menú completo                  1 Corintios 12
    A lo mejor la persona más prescindible en la iglesia es la que más destaca porque “Dios ordenó el cuerpo dando más abundante honor al que menos tenía” (1 Corintios 12:24). Una cosa obvia en estos 7 versículos (21-26) es que Dios no quiere divisiones en la iglesia (v 25). Muchas veces enfatizamos que cada cristiano tenemos algún don espiritual para ministrar a los demás. Pero según leemos aquí, también cada uno tenemos deficiencias para que los demás nos ministren.
    Esto tiene un resultado importante: todos tenemos que depender de los demás y todos tenemos que preocuparnos por los demás. Esta forma de estructurar los dones en la iglesia es para evitar divisiones. Sin embargo, a veces las divisiones precisamente se forman alrededor de diferentes dones. Se juntan todos los que tienen un don determinado y forman su propio grupo.
    Pablo comienza este capítulo diciendo, “no quiero que ignoréis.” Sigue en modo de enseñador como en el capítulo anterior cuando dijo, “quiero que sepáis.” Nos da un baremo para medir nuestra madurez cristiana. Cuando tú sufres, yo también sufro. Quiero hacer algo por ayudarte. Si tu sufrimiento no me afecta, entonces tienen que ponerse en funcionamiento los dones necesarios para que yo sepa qué es lo que te pasa y en qué manera te puedo dar alivio u otra ayuda.
¿Por quién me preocupo? ¿Quién se preocupa por mí?

No hay comentarios:

Publicar un comentario