viernes, 4 de marzo de 2011

Máximo beneficio
Vitaminas                            1 Cor 14:1-5
Menú completo                  1 Corintios 14
    La palabra “hablar” en sus distintas formas se encuentra 24 veces en este capítulo. Se menciona el hablar en lenguas 16 veces. Pablo aclara (v 2) que el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios. Nadie le entiende. Emite sílabas que representan una comunicación con el cielo. No es como en el día de Pentecostés cuando cada uno oía hablar en su propio idioma.  Pablo mismo hablaba en lenguas más que todos ellos (14:17) y deseaba que todos ellos lo practicasen (v 2). Concluye diciendo que no se impida el hablar en lenguas, siempre que haya quien interprete. Ya nos indicó Pablo en el capítulo anterior que la práctica de este don espiritual es inútil si no va acompañado de amor.
    Lo que él realmente desea y plantea desde el comienzo es que practiquen la profecía. Si hubiese quién declarase con claridad el mensaje de Dios para ellos, tal vez no haría falta que Pablo escribiese algunas de las advertencias que tiene que incluir en esta epístola. Han quedado fascinados con un don muy llamativo, que nada tiene de malo, pero hay una gran laguna a la hora de ajustar sus vidas a la voluntad de Dios. Se trata de una iglesia infantil y carnal (3:1).
    Me he fijado que ninguna otra epístola menciona el don de lenguas. Dios elige ciertos lugares y momentos para demostraciones sobrenaturales. El siglo XX vio un gran derramamiento de éstas. En el siglo XXI toda la Palabra de Dios sigue siendo útil. Hagamos nuestro el deseo de Pablo, de que se hable con claridad según las necesidades de la congregación.
¿Estoy preparado para hablarle a alguien la Palabra de Dios hoy?

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