miércoles, 5 de enero de 2011

Un paseo por la playa

Texto de la semana        Juan 20:21-23
Menú completo de hoy  Juan 21

    Al principio de conocer a Jesús, Pedro fue testigo de su gran poder sobre la naturaleza. Después de pasar toda la noche faenando en balde, al hacerle caso a Jesús, recibe el premio de una pesca excepcional (Lucas 5:6). En esa ocasión es llamado por Jesús, No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Ahora, después de la resurrección, sucede algo muy parecido. Otra noche sin peces. Otra vez, instrucciones de Jesús acerca de cómo faenar. Otra vez, una pesca milagrosa, y luego la voz de Jesús con un mensaje especial para Pedro, pero esta vez llamándole, no a pescar, sino a pastorear. Otra vez Jesús dice, Sígueme.
    Hagamos lo mismo que Juan, que sigue silenciosamente a Jesús y Pedro en su paseo (Juan 21:20). Pedro tiene motivos por amar más que los demás (v 15) porque se le ha vuelto a recibir entre los discípulos después de su triple negación. Es de los que se les ha sido perdonado mucho (Lucas 7:41). No tenemos explicación de por qué Jesús le dice a Pedro 3 veces ¿me amas? Solamente la narración. Pienso que es para dar énfasis. ¿Qué piensas? Sabemos que a Pedro le duele (v 17). A lo mejor piensa que Jesús está poniendo en duda su lealtad. Posiblemente está pensando en las 3 veces cuando dijo, A ese ni lo conozco.
    Si escuchamos bien esta entrevista es posible que oigamos algo más personal. Creo que Jesús me está diciendo, David, ¿tú me amas? Si es así, tengo un trabajo para ti.  Sabemos que Jesús exigía obediencia a los que le amaban. Si me amáis, guardad mis mandamientos (Juan 14:15). El trabajo que Jesús tiene para mí, sé que no va a ser fácil. Como en el caso de Pedro, me llevarán donde no quiero (21:18). Mi respuesta es, No se haga mi voluntad sino la tuya Así como enviaste a Jesús, envíame a mí.
¿He pasado tiempo suficiente con Jesús para poder oír su voz?

No hay comentarios:

Publicar un comentario