Texto de la semana Juan 20:21-23
Menú completo de hoy Juan 20
Hay que leer Juan 20 despacio, y varias veces. Y si es posible, comentarlo en grupo. Vemos una variedad de reacciones ante la resurrección de Jesús.
Primero María Magdalena, la más privilegiada, pero que no se da cuenta. Nos dice Marcos claramente que ella es la primera en ver a Jesús resucitado (Mr 16:9). Podríamos decir que ella no tiene fe, pero sí tiene amor. Convencida de que Jesús ha muerto definitivamente y que han robado su cuerpo, sin embargo no se aparta del sepulcro del hombre al que ama. Y es obsequiada con ese encuentro que describe Juan 20:11-18.
Luego, Pedro, el más atrevido, que entra en la tumba sin pensarlo dos veces. Le sigue Juan, el más veloz, que no entra, sin embargo, hasta que lo hace Pedro. Para Juan, el puzzle ya se completa. El ve y cree (v 8).
Tomás es el último. No le valen los testimonios de otros. Al convencerse ocho días después (v 28), le salen esas palabras tan espontáneas, ¡Señor mío y Dios mío!
Todas estas personas han sido cambiadas para siempre por la resurrección de Jesús, y serán los que cambien el mundo. Aunque reconocemos que el ver al Señor resucitado les ha revolucionado, todavía necesitan algo más. El Consolador, anunciado ya por Jesús, tiene que venir sobre ellos. Aunque Jesús no va a estar presente físicamente cuando llegue ese día de Pentecostés, sin embargo, él inicia ya el proceso. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y al decir esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados, y a quienes se los retengáis, les serán retenidos (20:21-23). Ya todo el mundo puede creer y tener vida (v 31).
¿Soy un enviado también?
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