domingo, 2 de enero de 2011

El reino y la copa

Texto de la semana        Juan 20:21-23
Menú completo de hoy  Juan 18

    Juan no suele referirse mucho al Reino. Es Mateo el evangelista quién se centra en el Reino. En Juan, Jesús habla con una de las primeras autoridades del pueblo, Nicodemo, sobre las condiciones para entrar en el reino de Dios (3:3). Y ahora, cuando Pilato pregunta a Jesús si es rey, el Señor le explica que su reino funciona en otra esfera. Ya sabemos por qué prohibió a Pedro que usara la espada. Su reino no es de este mundo. Tiene que apurar la copa. ¡Qué difícil es esto para los que quieren hacer pequeños reinos aquí. En el mundo tendréis aflicción (16:33). Hasta que Jesús regrese para la siguiente etapa de su reinado, tendremos en el mundo aflicción. No se nos presenta la opción de aislarnos del sufrimiento y la hostilidad. Eso se hace únicamente apartándose de Jesús para entrar en amistad con el mundo.
    Juan y su hermano Jacobo y su madre al principio no entienden esto. Jesús les sugiere que la condición para reinar es tomar de la copa de su sufrimiento (Mateo 20:20-22). Y luego promete a todos sus discípulos (Lucas 22.28-30), Vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. Yo, pues, os asigno un Reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino y os sentéis en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
    Así que, ¡animo! Si tu suerte en esta vida es sufrir por tu fe, estás entre los escogidos. No corras para solucionar las cosas con la espada y el talonario. Y cuanto más tu situación se parece a la de Jesús en su pasión, más motivo por recordar que perteneces a un reino venidero. Puede que Barrabás sea librado pero Jesús será resucitado.
¿Estoy apuntando a la resurrección?

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