martes, 19 de marzo de 2019

Ni comen ni dejan comer (Hechos 13 y 14)

19-marzo


En este su primer viaje y en todos sus viajes Pablo se dirige primero a las sinagogas de los judíos. ¿No es el apóstol a los gentiles? Sí, y por eso va a las sinagogas porque allí es donde se encuentran personas de cualquier raza que buscan a Dios. Reconocen que en la ley que fue dada por Moisés hay una explicación superior de quién es el Creador y el Señor del universo.

Y esto a pesar de que los mismos judíos en general no aprecian su privilegio y rechazan el mensaje de Cristo. Como el perro del hortelano, ni comen ni dejan comer.

50-  Pero los judíos instigaron a las mujeres piadosas y distinguidas, y a los hombres más prominentes de la ciudad, y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de su comarca.  51-  Entonces éstos sacudieron el polvo de sus pies contra ellos y se fueron a Iconio.  52-  Y los discípulos estaban continuamente llenos de gozo y del Espíritu Santo.  14:1-  Aconteció que en Iconio entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud, tanto de judíos como de griegos.  2-  Pero los judíos que no creyeron, excitaron y llenaron de odio los ánimos de los gentiles contra los hermanos.  3-  Con todo, se detuvieron allí mucho tiempo hablando valientemente confiados en el Señor que confirmaba la palabra de su gracia, concediendo que se hicieran señales y prodigios por medio de sus manos.  4-  Pero la multitud de la ciudad estaba dividida, y unos estaban con los judíos y otros con los apóstoles.  5-  Y cuando los gentiles y los judíos, con sus gobernantes, prepararon un atentado para maltratarlos y apedrearlos,  6-  los apóstoles se dieron cuenta de ello y huyeron a las ciudades de Licaonia, Listra, Derbe, y sus alrededores;  7-  y allí continuaron anunciando el evangelio.  8-  Y había en Listra un hombre que estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo desde el seno de su madre y que nunca había andado.  9-  Este escuchaba hablar a Pablo, el cual, fijando la mirada en él, y viendo que tenía fe para ser sanado,  10-  dijo con fuerte voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él dio un salto y anduvo.  11-  Cuando la multitud vio lo que Pablo había hecho, alzaron la voz, diciendo en el idioma de Licaonia: Los dioses se han hecho semejantes a hombres y han descendido a nosotros.  12-  Y llamaban a Bernabé, Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que dirigía la palabra.  13-  Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba en las afueras de la ciudad, trajo toros y guirnaldas a las puertas, y quería ofrecer sacrificios juntamente con la multitud.  14-  Pero cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas y se lanzaron en medio de la multitud, gritando  15-  y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis estas cosas? Nosotros también somos hombres de igual naturaleza que vosotros, y os anunciamos el evangelio para que os volváis de estas cosas vanas a un Dios vivo, QUE HIZO EL CIELO, LA TIERRA, EL MAR, Y TODO LO QUE EN ELLOS HAY;  16-  el cual en las generaciones pasadas permitió que todas las naciones siguieran sus propios caminos;  17-  y sin embargo, no dejó de dar testimonio de sí mismo, haciendo bien y dándoos lluvias del cielo y estaciones fructíferas, llenando vuestros corazones de sustento y de alegría.  18-  Y aun diciendo estas palabras, apenas pudieron impedir que las multitudes les ofrecieran sacrificio.  19-  Pero vinieron algunos judíos de Antioquía y de Iconio, y habiendo persuadido a la multitud, apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.  20-  Pero mientras los discípulos lo rodeaban, él se levantó y entró en la ciudad. Y al día siguiente partió con Bernabé a Derbe.  21-  Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía,  22-  fortaleciendo los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que perseveraran en la fe, y diciendo: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.  23-  Después que les designaron ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.  24-  Pasaron por Pisidia y llegaron a Panfilia.  25-  Y después de predicar la palabra en Perge, descendieron a Atalia;  

¿No está entrando Pablo en un enorme peligro, pensando en que desde su conversión en Damasco le querían matar? ¡Claro que sí! pero Pablo es un hombre que toma en serio lo que Dios le dice. Tiene que ir. Pero cuando Dios le encargó esta tarea, también le dio una garantía de protección. Hechos 26:16-18. Pues, sí, le atacan a pedradas y le dejan por muerto pero se levanta y se recupera. Jesús no le dijo que no iba a ser perseguido, pero sí que le iba a librar. Y así resultó.

¿Hay algo que Dios nos quiere encomendar y nos resistimos por miedo a lo que puede pasar. También tenemos la garantía de su protección. Tribulaciones, sí, habrá (aquí en el v 22) pero forma parte del proceso de entrar en el reino de Dios.

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