30-Nov
Mateo 15:1-20
1 Entonces se acercaron* a Jesús algunos
escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:
2 ¿Por qué tus discípulos quebrantan la
tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan.
3 Y respondiendo El, les dijo: ¿Por qué también
vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios a causa de vuestra tradición?
4 Porque Dios dijo: "HONRA A tu PADRE Y A
tu MADRE," y: "QUIEN HABLE MAL DE su PADRE O DE su MADRE, QUE
MUERA."
5 Pero vosotros decís: "Cualquiera que
diga a su padre o a su madre: 'Es ofrenda a Dios todo lo mío con que pudieras
ser ayudado',
6 no necesitará más honrar a su padre o a su
madre." Y así invalidasteis la palabra de Dios por causa de vuestra
tradición.
7 ¡Hipócritas! Bien profetizó Isaías de
vosotros cuando dijo:
8 "ESTE PUEBLO CON LOS LABIOS ME HONRA,
PERO SU CORAZON ESTA MUY LEJOS DE MI.
9 "MAS EN VANO ME RINDEN CULTO, ENSEÑANDO
COMO DOCTRINAS PRECEPTOS DE HOMBRES."
10 Y llamando junto a sí a la multitud, les
dijo: Oíd y entended:
11 no es lo que entra en la boca lo que
contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al
hombre.
12 Entonces, acercándose los discípulos, le
dijeron*: ¿Sabes que los fariseos se escandalizaron cuando oyeron tus palabras?
13 Pero El contestó y dijo: Toda planta que mi
Padre celestial no haya plantado, será desarraigada.
14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos. Y si un
ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo.
15 Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos la
parábola.
16 Y El dijo: ¿También vosotros estáis aún
faltos de entendimiento?
17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la
boca va al estómago y luego se elimina?
18 Pero lo que sale de la boca proviene del
corazón, y eso es lo que contamina al hombre.
19 Porque del corazón provienen malos
pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios
y calumnias.
20 Estas cosas son las que contaminan al hombre;
pero comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.
Mar 7:1-23
1 Los fariseos, y algunos de los escribas que
habían venido de Jerusalén, se reunieron alrededor de El;
2 y vieron que algunos de sus discípulos comían
el pan con manos inmundas, es decir, sin lavar.
3 (Porque los fariseos y todos los judíos no
comen a menos de que se laven las manos cuidadosamente, observando así la
tradición de los ancianos;
4 y cuando vuelven de la plaza, no comen a
menos de que se laven; y hay muchas otras cosas que han recibido para
observarlas, como el lavamiento de los vasos, de los cántaros y de las vasijas
de cobre.)
5 Entonces los fariseos y los escribas le
preguntaron*: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los
ancianos, sino que comen con manos inmundas?
6 Y El les dijo: Bien profetizó Isaías de
vosotros, hipócritas, como está escrito: "ESTE PUEBLO CON LOS LABIOS ME
HONRA, PERO SU CORAZON ESTA MUY LEJOS DE MI.
7 "MAS EN VANO ME RINDEN CULTO, ENSEÑANDO
COMO DOCTRINAS PRECEPTOS DE HOMBRES."
8 Dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a
la tradición de los hombres.
9 También les decía: Astutamente violáis el
mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.
10 Porque Moisés dijo: "HONRA A TU PADRE Y
A TU MADRE"; y: "EL QUE HABLE MAL DE su PADRE O DE su MADRE, QUE
MUERA;"
11 pero vosotros decís: "Si un hombre dice
al padre o a la madre: 'Cualquier cosa mía con que pudieras beneficiarte es
corbán (es decir, ofrenda a Dios)'";
12 ya no le dejáis hacer nada en favor de su
padre o de su madre;
13 invalidando así la palabra de Dios por
vuestra tradición, la cual habéis transmitido, y hacéis muchas cosas semejantes
a éstas.
14 Y llamando de nuevo a la multitud, les decía:
Escuchadme todos y entended:
15 no hay nada fuera del hombre que al entrar en
él pueda contaminarlo; sino que lo que sale de adentro del hombre es lo que
contamina al hombre.
16 Si alguno tiene oídos para oír, que oiga.
17 Y cuando dejó a la multitud y entró en la
casa, sus discípulos le preguntaron acerca de la parábola.
18 Y El les dijo*: ¿También vosotros sois tan
faltos de entendimiento? ¿No comprendéis que todo lo que de afuera entra al
hombre no le puede contaminar,
19 porque no entra en su corazón, sino en el
estómago, y se elimina? (Declarando así limpios todos los alimentos.)
20 Y decía: Lo que sale del hombre, eso es lo
que contamina al hombre.
21 Porque de adentro, del corazón de los
hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios,
adulterios,
22 avaricias, maldades, engaños, sensualidad,
envidia, calumnia, orgullo e insensatez.
23 Todas estas maldades de adentro salen, y
contaminan al hombre.
Los fariseos mantienen un control rígido sobre las personas usando el arma del miedo. "Si no seguís nuestras reglas merecéis ser castigados". Cuando alguien anda con libertad como Jesús y sus discípulos ellos se sienten amenazados. No conciben una religión de alegría. Jesús les da un toque donde les duele, su avaricia, inventando reglas religiosas para forrar sus propios bolsillos.
Tampoco pierde el Maestro la ocasión para completar la enseñanza. Si no te lavas las manos antes de comer, eso no pasa del cuerpo. Pero si tu corazón alberga maldad y engaño, te estás contaminado de verdad.
¿Y los discípulos? ¿Te has fijado cómo Jesús responde a su pregunta? ¿No tenéis entendimiento? Lo mismo que él había dicho en Marcos 4:13 respecto a las parábolas. Y más adelante en Mateo 16:11 cuando no entienden que Jesús está dando enseñanza espiritual y no se preocupa por el pan.
Así tenemos dos lecciones importantes aquí: 1) Cuando Jesús habla de cosas físicas está dando enseñanza espiritual y 2) Lo que tenemos que vigilar es el corazón; concretamente esa lista de 13 cualidades que sí contaminan de forma seria.
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