jueves, 24 de mayo de 2012

Además de orejas tenemos..


Vitaminas (Lectura mínima)         Santiago 1:19-25
Menú completo                   Santiago 1

Cada vez que tengo que exponer la Palabra de Dios a un grupo de oyentes me da cierto miedo. Lo que temo es que se aumente el conocimiento sin aumentar la práctica. Esto es un gran peligro. Cuando Jesús termina la enseñanza del sermón del monte, da una advertencia: el oír sus palabras sin obedecer es como edificar sobre la arena, tiempo perdido.

Es más, cuanto más se sabe, más estricto será el juicio. (Mateo 10:15). Por eso uno de los temas de Santiago es la importancia de hacer y no solamente saber (1:22).

¿Por qué dice que el oír sin hacer es engañarse a si mismo? Porque el ser humano es muy propenso a inventarse excusas. No cabe duda que la enseñanza de Jesús es muy exigente y muchas veces contraria a nuestras costumbres. Por ejemplo nuestra forma de hablar (1:26). No podemos decir que tenemos fe en Dios si nos dedicamos a la crítica, a los insultos, y a las quejas.

Toda enseñanza evangélica que nos entra por la oreja ha de practicarse por los demás miembros del cuerpo.



¿Qué enseñanza no estoy practicando?

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