Vitaminas (Lectura mínima) 1
Tesalonicenses 4:9-12
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Tesalonicenses 4
Muy pocos deportistas llegan a nivel olímpico. Hace falta no
sólo talento, sino una ardua preparación bajo un entrenador escrupuloso. Cuando
se prepara a un atleta hay que animarle a la vez que se le estimula a alcanzar
todas sus posibilidades. El entrenador siempre dice, “Vas bien pero puedes
mejorar”
¿Has visto como Pablo funciona como entrenador de la
iglesia? En el 4:1 y en el 4:10 les dice que lo que están haciendo está muy
bien pero que no se detengan allí, sino que hagan cada vez más y más. No podemos
jamás conformarnos con nuestra condición actual. La comodidad no entra en el vocabulario
cristiano.
Este peligro a veces se presenta al poco rato de
convertirnos a Cristo. Porque vemos que Dios hace un cambio realmente dramático
en nuestra vida y actitud. Y tal vez no tenemos un entrenador que nos diga,
“está bien que hayas dejado ese vicio, qué bueno que ahora te portas mejor en
casa, pero observo que todavía eres impaciente con tus hijos, y veo que no te
preocupas mucho por la salvación de tus vecinos y los compañeros de trabajo.”
Agradezco a los que me han estimulado a crecer, a llegar al
tope de mis posibilidades. ¿Quién puede ser entrenador de otros? Todos podemos
y debemos tomar nota de dónde un hermano puede crecer más, y también aceptar
que todos nos indiquen con amor cómo abundar más y más.
¿Hasta dónde quiero llegar?
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