Llegamos al único milagro relatado en cada uno de los 4 evangelios. Es, además, un milagro que Jesús duplica en otra ocasión con otra multitud (Mateo 15:36). Además, Jesús incorpora los hechos de estos milagros en su enseñanza para los apóstoles (Mateo 16:5-12). Jesús ha llegado a ser un hombre muy popular. Le acompañan ya de “todas las ciudades” (Marcos 6:33). Incluso, cuando él busca reposo, se le adelantan 5.000 hombres, además de mujeres y niños. Esto va en serio. Se está anunciando el Reino de Dios, y Jesús es el candidato número uno para el trono.
Los 12 discípulos son hombres prácticos. ¿Qué harías tú cuando avanza la hora y él sigue enseñando y la multitud sigue pendiente de sus palabras? Yo me veo entre los 12: Señor, despídelos para que vayan a comprar pan. Jesús, sin embargo hace exactamente lo que enseñó el precursor del Reino, Juan Bautista, el que tiene que comer, que reparta (Lucas 3:11). El que tiene, realmente, es un niño. De los niños es el Reino de los Cielos. Y del Cielo el cumplimiento de la promesa, buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas (Mateo 6:33). Y en vez de comida para un niño, con lo que se añade comen miles de personas y luego llenan 12 canastas que ya quedaban vacías.
El libro “El Hombre Celestial” cuenta como pocos años atrás Dios hacía milagros en la vida de un hombre chino perseguido por su fe. Cuando luego en un viaje a Canadá le preguntaron “¿Por qué nosotros no vemos milagros?” Él contestó, "Porque no los necesitáis. Tenéis de todo. Y todo está cubierto por algún seguro. ¿Para qué vais a pedir a Dios un milagro?"
Evidentemente la alimentación de los 5.000 es un milagro didáctico. Además de llenar el estómago, se les ofrecía a esa multitud y en especial a los 12 apóstoles la oportunidad de aprender a confiar en Jesús. Dale tus 5 panes y 2 peces y verás cómo los transforma.
Vamos a tomarnos un día de descanso,...
ResponderEliminar¡que es esto! venimos del otro lado remando, a un lugar tranquilo y mira aquí 5000 + mujeres y niños, hambrientos de ecuchar su palabra.
Esto de verdad relaja, ver a hombres y mujeres como Dios hace milagros en sus vidas y corazones, yo quiero descansar así, ¡señor, llevanós al otro lado.
crean esta historia
ResponderEliminares una de mis favoritas