miércoles, 1 de julio de 2009

Atajos

Aperitivo Apocalipsis 15:1-4

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Los que reciben la marca de la bestia en su frente o en su mano derecha (13:17) pueden comprar y vender. Se entiende que los que no aceptan esta marca de sumisión al poder maligno tendrán grandes dificultades para sobrevivir. ¿Qué pasa con ellos luego? ¿Qué te parece esta descripción? Vi como un mar de vidrio mezclado con fuego, y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, sobre su marca y el número de su nombre, de pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios. Y cantan el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero (15:2). Parece que Dios sabe cuidar a los suyos.

¿Y los que se han vendido por dinero? El ángel derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen (16:2).

Creo que se trata de una tentación que sufrimos todos. Dios nos ha dicho que busquemos primero su reino, y que él se ocupará de que tengamos para comer. Sin embargo, nos vemos envueltos en la movida que realmente adora al dinero. En vez de preocuparnos demasiado sobre cómo será la marca en la mano o en la frente, debemos preocuparnos de lo que es el espíritu del mundo, de la sociedad. Jesús dice, No os angustiéis, pues, diciendo: “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?”, porque los incrédulos se angustian por todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas (Mt 6).

No busquemos atajos. Centrémonos en Dios y en su reino. La tentación de adorar al dinero viene de maneras muy sutiles. Pero servimos al Dios Todopoderoso cuyas obras son grandes y maravillosas (12:3).

¿Dónde he puesto mi lealtad?

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