Vitaminas (Lectura mínima): 1 Timoteo 6:6-10
Menú completo: 1 Timoteo 6
Uno de los encargos que Pablo da a Timoteo es concerniente a los ricos. Principalmente ellos necesitan mantener la actitud de que todo lo que Dios ha puesto en sus manos es para compartir, y que el tener más cosas materiales no les da más valor como personas. Recuerdo haberme citado por teléfono con un señor que me dijo, “Me conocerás por el coche” (era un Mercedes de mucho lujo), cómo si había que identificarle por sus posesiones. Conocí también a un hombre cuyo consuegro no le dirigía la palabra en la boda porque uno solo tenía una casa baja en el pueblo y el otro tenía un bloque donde se había instalado un banco. Estas divisiones no pueden suceder entre cristianos. Si Dios te ha dado riqueza, todo es para compartir mientras quedan personas con menos que tú.
¿Cómo saber si somos ricos? Hay dos criterios en este capítulo. ¿Tienes para comer sin tener que pedir? Entonces eres rico. ¿Tienes dónde dormir? Entonces eres rico. Muchas veces pensamos que los ricos son los que tienen más que nosotros, pero nosotros tenemos más que muchos.
Hemos visto antes en nuestra lectura de 2 Corintios que la intención de Dios es que haya igualdad (2 Corintios 8:14). Esto se realiza compartiendo. Entonces solo queda la siguiente cuestión:
¿Voy a practicar esta enseñanza, o voy a poner excusas?
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