Vitaminas (Lectura mínima) 2 Timoteo 2:1-10
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¿Alguna vez has visto a alguien con grandes posibilidades pero no las aprovechó? A veces vemos niños en el colegio que simplemente no tienen motivación, o que son seducidos por muchas distracciones. Tienen un brillante futuro pero no alcanzan sus posibilidades.
No todos son aprobados en la carrera cristiana. Dios da todas las oportunidades que necesitamos pero dentro de ellas hemos de esforzarnos. Esa es la preocupación de Pablo cuando anima a Timoteo a esforzarse. Sabe que hay mucho en juego y que el joven sufre la tentación de desanimarse.
Y le da 3 ejemplos: El soldado tiene que luchar al cien por cien. Si no, son muchos los perjudicados. El único atleta que va a ganar es el que entrena al 100%. Y la única forma de obtener cosecha es trabajar el campo.
Pero todo trabajador puede desanimarse. Y todo cristiano puede animar a alguien. Para Pablo, Timoteo es como familia. Todos tenemos familia, personas que un día pueden recibir el gran premio que Dios da. Piensa en alguien que necesita que le animes. Lee este texto de la Biblia pensando en cómo le vas a animar. Coge el teléfono y marca su número. Ayúdale a ser un ganador.
¿A quién voy a animar hoy porque quiero que tenga éxito?
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