Divisiones innecesarias

 

Vitaminas (Lectura mínima):  Romanos 14:13-18
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     Cuando alguien se siente inseguro de si mismo, a veces recurre a las comparaciones. “Soy mejor que ese porque no me fijo tanto en la ropa”. “Los que somos pobres somos mejores que los ricos.” “Madrugo más que ellos”. E infinidad de variantes.

     Romanos 14 se dirige a este tipo de problema. Algunos eran vegetarianos (v 2) y otros al sentirse liberados por Cristo de toda atadura, comían de todo.

   Con todas nuestras buenas teorías sobre la unidad cristiana, sin embargo, es sorprendente como volvemos a caer en el error de juzgar a nuestros hermanos (v. 10). No se trata de que seamos tolerantes con el mal, sino de no formar bandos según nuestra manera de entender ciertas cosas. A veces nuestros hermanos practican cosas que nos ponen incómodos. ¿Es eso motivo de formar 2 grupos?

Vamos a la solución – Cada uno dará cuentas al Señor, y él no nos ha nombrado para ser jueces los unos de los otros. “todos compareceremos ante el tribunal de Cristo” (v 10). Cuando un hermano comete errores, sí, tenemos la responsabilidad de hablar con él en humildad. Pero las separaciones son algo muy serio, siguiendo un proceso que pasa por la asamblea de la iglesia (Mt. 18). Pablo vuelve a hacer énfasis en esto- “De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí” (v. 12). Su conclusión es, “Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano” (v  13).

¿Dónde figura en mis prioridades el mantener la unidad cristiana?