Vitaminas (Lectura mínima): Romanos 13:1-2
Menú completo: Romanos 13
Basta con escuchar el telediario para saber que no todo lo que se llama justicia lo es de verdad. Existen enchufes, sobornos, y mil formas de evadir las responsabilidades legales y fiscales. ¿Cómo, entonces, puede decir Pablo tan tajantemente que las autoridades han sido establecidas por Dios?
Nuestro título dice, Difícil de entender, pero cuando conocemos a Dios, no es tan difícil. En primer lugar, sabemos que todas las cosas nos ayudan a bien (Romanos 8:28). Sabemos que Dios tendrá la última palabra en el juicio final. Sabemos que los siervos fieles de Dios siempre han sufrido injusticias. Sabemos que Dios ha tenido sus maneras de demostrar su poder cuando sus siervos sufren, como en el caso de Daniel en el foso de los leones. De modo que el no someterse a las autoridades civiles viene a ser rebeldía directa contra Dios.
Tal vez lo difícil de este compromiso se encuentra en las cosas pequeñas de cada día, las que nadie ve. Se trata de una aplicación directa de Romanos 12:1– No os conforméis a las costumbres de la sociedad. El que los demás practiquen solamente una justicia exterior no tiene que servir como tu modelo. Cuando rellenas un formulario, cuando el jefe está ausente, sabes que tú estás en la presencia de Dios.
Además, la decisión está tomada, porque cuando te entregaste a Cristo, todo lo tuyo vino a ser su propiedad, de modo que opera en ti todo el poder del Espíritu Santo para cumplir la voluntad de Padre.
¿Tengo la suficiente serenidad como para ver a los funcionarios
y políticos como siervos de Dios?
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