viernes, 6 de marzo de 2020

Conversación con mi esposa (Romanos 6)

En el desayuno le comenté a Sharon que quería contestar la pregunta de Romanos 6, ¿Por qué no seguir pecando, dado que Dios es tan bueno para perdonar? Ella contestó algo así: "la persona que hace esa pregunta no conoce a Dios, probablemente nunca se ha convertido." Ya ves por qué le hago esta clase de preguntas. Mi respuesta personal, sin hacer una lectura del capítulo, era que si hacemos eso perdemos muchos puntos para la eternidad. Y añadí, que no queremos pecar porque no está en nuestro nuevo ADN.

He leído este capítulo muchas veces, incluso lo memoricé (y olvidé). Esta vez, contigo, simplemente quiero encontrar una respuesta a la pregunta del versículo 1, que para mí se podría expresar así: SI DIOS ES TAN BONDADOSO Y DISPUESTO A PERDONAR SIN PEDIR NADA A CAMBIO, INCLUSO CUANDO PERDONA ESO LE GLORIFICA ¿POR QUÉ NO PRACTICAR EL PECADO CON MAS INTENSIDAD?

Parece que esta pregunta es algo que esgrimen ciertos lectores de los capítulos anteriores como ataque contra lo que venimos observando, que DIOS NOS SALVA POR FE, NO POR OBRAS.

Pablo reacciona, horrorizado, ¡De ninguna manera! ¿Te has fijado en su razón? Nuestro nuevo nacimiento, nuestra conversión, nos ha llevado a través de la muerte respecto al pecado. Lo que normalmente consideramos muerte es una separación, entre alma y cuerpo. Esto es una separación entre nosotros y un estilo de vida que no viene de Dios, sino de Adán, como vimos ayer. Esta muerte es simbolizada por el bautismo. ¿Qué no sabías eso? (Y hay muchos que no lo saben, no se han familiarizado con este texto.) Pero estás a tiempo. No tienes que volverte a bautizar. Tu paso de crecimiento hoy puede ser el entendimiento de que Dios te ha hecho pasar por la experiencia de la muerte con el fin de que experimentes también el poder de la resurrección.

¿Qué piensas? Me parece que lo que Pablo quiere que entendamos aquí es que muchos no conocen una vida cristiana de poder porque no conocen lo que Dios les ha dado. Y no pueden tener FE en lo que no conocen. Lo que pasa es que la fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios (Romanos 10:17).

Sigue leyendo el resto de este capítulo para robustecer tu fe aún más respecto al poder y el motivo que tenemos para hacer siempre lo que agrada a Dios y no ceder a nuestros bajos instintos.

6. Con Cristo hemos muerto al pecado 


Unidos a Cristo en el bautismo

6:1- ¿Qué, pues, diremos? ¿Vamos a seguir pecando para que Dios se muestre aún más bondadoso? 2- ¡De ninguna manera! Nosotros ya hemos muerto respecto al pecado: ¿cómo, pues, podremos seguir viviendo en pecado? 3- ¿No sabéis que, al quedar unidos a Cristo Jesús por el bautismo, quedamos unidos a su muerte? 4- Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo, y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del Padre. 5- Si hemos sido unidos a Cristo en una muerte como la suya, también seremos unidos a él en su resurrección. 

6- Sabemos que aquello que antes éramos fue crucificado con Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora quedase destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado. 7- En efecto, cuando uno muere queda libre de pecado. 8- Si hemos muerto con Cristo, confiamos en que también viviremos con él. 9- Sabemos que Cristo, habiendo resucitado, no volverá a morir. La muerte ya no tiene poder sobre él. 10- Pues Cristo, al morir, murió de una vez por siempre respecto al pecado; pero al vivir, vive para Dios. 11- Así también, vosotros consideraos muertos respecto al pecado, pero vivos para Dios en unión con Cristo Jesús. 

12- Por lo tanto, no dejéis que el pecado siga dominando en vuestro cuerpo mortal y que os siga obligando a obedecer los deseos del cuerpo. 13- No entreguéis vuestro cuerpo al pecado como instrumento para hacer el mal. Al contrario, entregaos a Dios como personas que han muerto y han vuelto a vivir, y entregadle vuestro cuerpo como instrumento para hacer el bien. 14- Así el pecado no tendrá poder sobre vosotros, pues ya no estáis sometidos a la ley sino a la bondad de Dios.

El símil de la esclavitud

15- ¿Qué, pues? ¿Vamos a pecar porque no estamos sometidos a la ley sino a la bondad de Dios? ¡De ninguna manera! 16- Sabéis muy bien que si os entregáis como esclavos a un amo para obedecerle, os hacéis esclavos de ese amo a quien obedecéis. Y esto es así, lo mismo si obedecéis al pecado, lo cual lleva a la muerte, que si obedecéis a Dios, lo cual lleva a una vida de justicia. 

17- Pero, gracias a Dios, vosotros, que antes erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a la forma de enseñanza que habéis recibido. 18- Una vez libres de la esclavitud del pecado habéis entrado al servicio de una vida de justicia 19- (os estoy hablando en términos humanos para que podáis entender bien estas cosas). De modo que, así como antes entregasteis vuestro cuerpo al servicio de la impureza y la maldad para hacer el mal, entregad también ahora vuestro cuerpo al servicio de una vida de justicia, para vuestra santificación. 

20- Cuando todavía erais esclavos del pecado no estabais al servicio de una vida de justicia. 21- ¿Pero qué provecho sacasteis de aquellas cosas que ahora os avergüenzan, y que no llevan sino a la muerte? 22- Ahora, en cambio, libres de la esclavitud del pecado habéis entrado al servicio de Dios. Y el provechoso resultado de esto es vuestra santificación, y finalmente la vida eterna. 23- El pago que da el pecado es la muerte, pero el don de Dios es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario