miércoles, 16 de enero de 2019

¿Quién tiene miedo de la multitud?


16-enero
            134. Enseña en el Templo. Una delegación del sanedrín exigen pruebas de Su autoridad. La parábola de los dos hijos y de la viña.

Mat 21:23-46
23  Cuando llegó Jesús al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se le acercaron mientras enseñaba, diciendo: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te dio esta autoridad?
24  Y respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os haré una pregunta, que si me la contestáis, yo también os diré con qué autoridad hago estas cosas.
25  ¿De dónde era el bautismo de Juan?, ¿del cielo o de los hombres? Y ellos discurrían entre sí, diciendo: Si decimos: "Del cielo", El nos dirá: "Entonces, ¿por qué no le creísteis?"
26  Y si decimos: "De los hombres", tememos a la multitud; porque todos tienen a Juan por profeta.
27  Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. El a su vez les dijo: Tampoco yo os diré con qué autoridad hago estas cosas.
28  Pero, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegándose al primero, le dijo: "Hijo, ve, trabaja hoy en la viña."
29  Y respondiendo él, dijo: "No quiero;" pero después, arrepentido, fue.
30  Y llegándose al otro, le dijo lo mismo; pero él respondió y dijo: "Yo iré, señor"; y no fue.
31  ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Ellos dijeron*: El primero. Jesús les dijo*: En verdad os digo que los recaudadores de impuestos y las rameras entran en el reino de Dios antes que vosotros.
32  Porque Juan vino a vosotros en camino de justicia y no le creísteis, pero los recaudadores de impuestos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, ni siquiera os arrepentisteis después para creerle.
33  Escuchad otra parábola. Había una vez un hacendado que PLANTO UNA VIÑA Y LA CERCO CON UN MURO, Y CAVO EN ELLA UN LAGAR Y EDIFICO UNA TORRE, la arrendó a unos labradores y se fue de viaje.
34  Y cuando se acercó el tiempo de la cosecha, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos.
35  Pero los labradores, tomando a los siervos, a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon.
36  Volvió a mandar otro grupo de siervos, mayor que el primero; y les hicieron lo mismo.
37  Finalmente les envió a su hijo, diciendo: "Respetarán a mi hijo."
38  Pero cuando los labradores vieron al hijo, dijeron entre sí: "Este es el heredero; venid, matémoslo y apoderémonos de su heredad."
39  Y echándole mano, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron.
40  Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará a esos labradores?
41  Ellos le dijeron*: Llevará a esos miserables a un fin lamentable, y arrendará la viña a otros labradores que le paguen los frutos a su tiempo.
42  Jesús les dijo*: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: "LA PIEDRA QUE DESECHARON LOS CONSTRUCTORES, ESA, EN PIEDRA ANGULAR SE HA CONVERTIDO; ESTO FUE HECHO DE PARTE DEL SEÑOR, Y ES MARAVILLOSO A NUESTROS OJOS"?
43  Por eso os digo que el reino de Dios os será quitado y será dado a una nación que produzca sus frutos.
44  Y el que caiga sobre esta piedra será hecho pedazos; pero sobre quien ella caiga, lo esparcirá como polvo.
45  Al oír sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, comprendieron que hablaba de ellos.
46  Y cuando procuraron prenderle, tuvieron miedo de la multitud, porque le tenían por profeta.

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