viernes, 29 de abril de 2011

Entre Dios y los hombres

Aperitivo                   Hebreos 7:23-8:1
Menú completo         Hebreos 7 y 8

    ¿Cuántas veces encuentras la palabra sacerdote en Hebreos 7? Habla de dos casas sacerdotales, la de Leví, y la de Melquisedec. Leví era uno de los 12 hijos de Jacob, y toda su tribu servía en el culto. No tenían territorio propio como las otras tribus, sino que fueron repartidos por lugares estratégicos. Vivían de los diezmos que traía el pueblo. Los sacerdotes eran los descendientes directos de Aaron, también levita. El hijo mayor desempeñaba la función de sumo sacerdote.
    El argumento de estos capítulos se basa en un texto del Salmo 110, donde el Mesías es nombrado sacerdote según el orden de Melquisedec. Este misterioso personaje es anterior a Leví, y por tanto superior. Recibió ofrendas del mismo Abraham.
    La cuestión principal es sencilla, ¿quién va a ser tu sacerdote, un ser humano, o Cristo el Hijo de Dios? Me invitaron una vez a la presentación de un libro sobre Carlos V, en el monasterio de Yuste. Entre los presentes había alcaldes y dignatarios de varios países. A mi lado había un hombre mayor, antiguo párroco de algunos pueblos de por aquí. Estaba hablando el director del Museo del Prado sobre un cuadro de Tiziano, donde está el emperador y la Virgen María, “Aquí vemos a María la mediadora...” El cura se volvió hacia mí y dijo sin bajar la voz, Hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, citando de 1 Timoteo 2:5. No olvidemos que Jesús es hombre y es Dios, y está de nuestra parte.
Hebreos nos informa que Jesucristo es el único mediador válido (8:6). Por sus méritos tenemos acceso a Dios. Todo el sacerdocio anterior es una mera sombra (8:5) ¡Aleluya!
¿Estoy aprovechando me derecho de entrada?

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