martes, 11 de enero de 2011

El trabajo de cada uno

Vitaminas (Lectura mínima)       Hechos 6:1-7
Menú completo                        Hechos 6
    En el cielo hay orden. Todos tienen su función bajo la presidencia de Dios. Cuando se realiza la voluntad de Dios en la tierra como en el cielo, entonces cada aspecto funciona también ordenadamente. Los pastores (en este caso los apóstoles) saben cuál es su misión: la oración y el ministerio de la Palabra (Hechos 6:4)
     Los que son elegidos para servir saben qué es su misión también: asegurar el justo reparto de los alimentos. No es que los apóstoles se nieguen a hacer los trabajos físicos. Cuando son pocos en número ellos son los que reciben los donativos como han hecho cuando Jesús estaba presente, y todo es repartido en familia. Pero tienen el suficiente discernimiento como para no abandonar las cosas primarias. Podían haber dicho, “Hoy no tenemos tiempo para la oración porque hay mucha comida que repartir. Eso sería hacer las cosas del cielo así como se hacen en la tierra. Pero siendo una empresa celestial la relación con Dios es lo primero. Luego hay un dispositivo automático que indica cuando algo falla. Como cualquier rebaño de ovejas, que balan cuando piensan que no han sido bien servidas, se levantan las voces de los que tienen una queja. Los apóstoles actúan, el pueblo responde y se mantiene esa comunidad modelo, esa luz que alumbra en medio de la oscuridad.
    Hay un grupo de personas que observan, y quedan impresionadas por la unidad y el amor práctico de los creyentes. Leemos que muchos sacerdotes obedecen a la fe (v 7).
    Ah, también hay agua revuelta otra vez porque estamos todavía en la tierra y no en el cielo. ¿Qué pasará (v 12)?
¿Estamos funcionando coordinadamente?

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